En un país donde el diseño lucha por visibilidad entre la masividad del fast fashion, Moweek se ha consolidado como un faro imprescindible: es la principal plataforma de moda del Uruguay, un espacio de encuentro, visibilización y comercialización del diseño nacional. La próxima edición —la número 31— tiene lugar en dos etapas, fiel a su modalidad habitual: primero con la Previa digital el 21 y 22 de octubre, y luego con el evento presencial entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre de 2025, nuevamente en el Sofitel Montevideo Casino Carrasco.

Tras más de una década de trayectoria, Moweek no es solamente una semana de desfiles: es un proyecto colectivo que ha logrado articular a diseñadores, marcas, universidades, comunicadores, talleres, fotógrafos, modelos y consumidores en torno a una moda con identidad uruguaya, comercialmente viable y creativamente potente.

Una historia de construcción sostenida

Moweek nació en 2010 con una apuesta ambiciosa: darle a la moda uruguaya un espacio propio, profesional y con proyección. Lo que comenzó con desfiles de autor y algunas marcas emergentes se transformó rápidamente en la semana de la moda del país, con una agenda que se repite dos veces por año (otoño-invierno y primavera-verano) y que involucra a más de 120 marcas por edición.

A lo largo de sus 30 ediciones, el evento ha evolucionado y crecido, incorporando nuevos formatos como la Previa MoWeek (una feria digital de acceso libre), los Pop-Up Store presenciales, los circuitos de venta, las alianzas con bancos e instituciones, y las acciones formativas y de networking.

Con una cuidada curaduría, Moweek ha sido clave en la visibilidad de marcas que hoy son referencia, como Rotunda, Margo Baridon, Savia, Mutma, Caro Criado o Pastiche. También ha sido un canal de inserción para diseñadores recién egresados de instituciones como la Universidad ORT o el Instituto Strasser.

Lo que se viene: Verano 2025

Con una edición otoño-invierno que culminó con éxito en mayo, todas las miradas del ecosistema del diseño local se dirigen hacia la próxima edición: Verano 2025, que se desplegará del 31 de octubre al 2 de noviembre, precedida por la feria virtual Previa MoWeek, los días 21 y 22 de octubre.

Como ya es costumbre, en la Previa participarán más de 100 marcas locales en formato digital, con descuentos exclusivos, beneficios para clientes Itaú (socio clave del evento) y adelantos de colecciones de temporada. Es un espacio que combina venta directa con visibilidad, y que ha probado ser un éxito tanto en alcance como en facturación: más del 80% de las ventas de cada edición ya se concreta online.

La instancia presencial, en tanto, volverá al icónico Sofitel Carrasco, un escenario que conjuga historia y elegancia, donde conviven los desfiles, los showrooms, las entrevistas y las experiencias de marca. La edición Verano promete una fuerte presencia de moda autoral, diseño sustentable y colaboraciones interdisciplinares.

Una pasarela con identidad uruguaya

Moweek ha sido una herramienta clave para la consolidación de una identidad visual y conceptual del diseño uruguayo. Lejos de replicar formatos importados, apuesta a mostrar lo propio: una moda que dialoga con los cuerpos reales, las condiciones de producción locales, los materiales nobles (como la lana o el algodón), la sustentabilidad y la innovación.

La propuesta estética que se presenta en cada edición suele reflejar un equilibrio entre lo comercial y lo experimental, entre lo urbano y lo artesanal. Así, Moweek se convierte no solo en una feria de tendencias, sino también en un reflejo de cómo se piensa, se consume y se produce moda en Uruguay.

Además, el evento ha sido sensible a los debates contemporáneos que atraviesan al rubro: la necesidad de diversificar cuerpos y talles en pasarela, los desafíos de la industria textil frente al cambio climático, la visibilidad de las marcas del interior del país, el vínculo entre moda y tecnología, y la urgencia por consolidar un consumo más ético.

Moweek como ecosistema

Desde hace varias ediciones, Moweek funciona como un ecosistema integral. Además de las pasarelas y las ferias de venta, hay charlas, ruedas de negocios, mentorías para emprendedores, alianzas con organismos públicos y privados, y un directorio nacional de proveedores que busca facilitar la producción local.

Recientemente, se anunció la intención de avanzar hacia un sistema de certificación sustentable para marcas, en conjunto con el WTC Free Zone, como parte del proyecto de profesionalización del rubro. A mediano plazo, también se prevé incorporar herramientas de inteligencia artificial en los procesos de venta y análisis de tendencias.

Todo esto habla de un evento que no se detiene: Moweek no solo se adapta, sino que anticipa. Piensa en el futuro de la moda uruguaya como un engranaje dinámico que debe sostenerse en la creatividad, sí, pero también en la infraestructura, la educación, el financiamiento y la visión estratégica.

Un aporte económico y cultural

En un país sin grandes conglomerados textiles, la moda sigue siendo un sector vital y en crecimiento. Según datos del MIEM, la cadena de valor de la moda emplea a más de 10.000 personas en Uruguay. En ese contexto, Moweek aporta de forma directa al movimiento económico del sector: en la última edición, se registraron más de 21.000 transacciones y una facturación total de más de 2,5 millones de dólares, con un crecimiento sostenido en cada temporada.

Pero más allá de los números, el mayor valor de Moweek quizás sea cultural: generar comunidad, ampliar el horizonte del diseño, y afirmar que en Uruguay hay moda con calidad, con estilo y con identidad propia.

Lo que sigue

Con la edición Verano 2025 ya en marcha, Moweek se consolida como más que un evento, como una apuesta país por el diseño nacional. Una red que conecta a quienes crean, producen, venden y consumen moda hecha en Uruguay. Una plataforma que ya dejó de ser promesa para transformarse en referente.

Y si bien los desafíos siguen siendo muchos —la escala productiva, el acceso a financiamiento, la competencia global—, Moweek demuestra que con organización, mirada estratégica y vocación colectiva, es posible construir un sistema de moda propio, genuino y sostenible.