En su última entrevista para Netflix, Jane nos recuerda que siempre hay esperanza, que podemos marcar la diferencia si actuamos con compasión hacia todos los seres vivos.
El 1 de octubre de 2025, la Dra. Jane Goodall falleció a los 91 años. Etóloga y activista de renombre mundial que inspiró una mayor comprensión y acción en nombre del mundo natural. La Dra. Jane fue conocida por sus estudios innovadores de chimpancés salvajes en el Parque Nacional Gombe Stream, Tanzania, que cambiaron para siempre nuestra comprensión de la relación entre los seres humanos y el resto del reino animal.
Jane no fue solo la primatóloga más influyente del siglo XX, ni una activista, ni una científica pionera. Fue una inspiración para todos. Una líder que logró mover al mundo sin gritar, con una libreta en mano, un bolígrafo, un par de binoculares y un buen corazón, nos enseñó a observar la madre Tierra, a mirar con detenimiento la naturaleza y los animales que la habitan. Es un mundo realmente fascinante, del cual debemos aprender como los seres humanos que somos.
A principios de este año, en marzo de 2025, Netflix filmó una entrevista exclusiva que solo sería estrenada después de su muerte. Filmada bajo estricta confidencialidad, la conversación se llevó a cabo por el productor y director, Brad Falchuk. Este nuevo formato documental se llama Famous Last Words (Últimas palabras famosas) y son conversaciones con figuras que fueron íconos culturales del mundo. La sesión se grabó a puertas cerradas, con cámaras inalámbricas, sin nadie en la sala. Las imágenes se mantuvieron guardadas de forma segura hasta que ella falleció, sin editar, para que nadie fuera de la pareja conociera el contenido hasta ahora.
Reflexiones sobre su entrevista
Ya se ha publicado el primer episodio de estas entrevistas, y considero que es imprescindible verlo: Famous Last Words: Dr. Jane Goodall.
Para quienes valoramos la naturaleza y la conservación, Jane Goodall es una figura profundamente inspiradora.
La charla se desarrolla de manera orgánica y muy amena, casi como si ella estuviera sentada a tu lado. Con un vaso de whisky en mano, da inicio a la conversación.
Jane habla de temas profundos, personales y universales. Cada palabra, cada historia y cada anécdota nos invitan a detenernos, pensar y reflexionar, a buscarle sentido a la vida que vivimos. Incluso, invita a tomar nota en un cuaderno, guardando esas frases que quisiéramos algún día poner en práctica porque merecen ser recordadas.
Su manera de pensar y de ver al mundo siempre fue especial. Al reflexionar sobre toda su vida, Jane reconoce que fue enviada a este mundo con una misión: cumplir un propósito y dar valor a cada uno de sus actos, actuando siempre con convicción.
Desde niña tenía mucha curiosidad y encontró en la naturaleza su forma de entender la vida. A los cuatro años se detuvo a observar en un gallinero cómo una gallina ponía un huevo. Su madre, una persona muy importante en su vida, fue quien la incentivó a seguir sus sueños. Sabía que a lo que Jane quería dedicar su vida sería un camino difícil, pero no imposible. Su mamá siempre la animó a continuar, recordándole que debía trabajar duro y nunca rendirse. Para Jane, esas palabras de aliento fueron decisivas, ya que gracias a su madre pudo seguir su vocación.
No voy a hacer spoilers, solo intentaré persuadirte e invitarte a verla; dura tan solo 55 minutos. Las historias que comparte con Falchuk van desde cómo nace su interés siendo niña y la pasión por querer ir a vivir a África, pensamientos sobre el libre albedrío, sus exmaridos, y la atracción hacia la espiritualidad; todos venimos a este mundo con una misión, y hay que saber hacer uso de ella de manera positiva.
Además, Jane habla de sus arrepentimientos, realiza críticas directas a figuras globales y con quién desea encontrarse del otro lado cuando deje este mundo.
Al final de la entrevista, Jane nos deja un mensaje claro y esperanzador. Sentada, sola en la sala y mirando directamente a la cámara, nos habla desde lo más profundo de su corazón; sus palabras son genuinas, sin ningún tipo de filtro. Enfatiza que cada uno de nosotros puede marcar una diferencia, eligiendo cómo vive y cómo actúa con grandes misiones, pequeñas acciones. Nos recuerda que somos importantes, que no debemos rendirnos y que siempre hay esperanza, incluso en los momentos más oscuros.
Con este cierre tan emotivo y apenas mencionando algunas frases que más me marcaron, me doy cuenta de que todos deberíamos tener un poquito de Jane dentro de nosotros.
Nos demostró que la naturaleza es verdaderamente sabia, fascinante y, para nada, aburrida. Debemos tomar conciencia y actuar ya; la madre Tierra es maravillosa y todos los días podemos hacer pequeños cambios para mejorar el hermoso planeta Tierra en el que vivimos.
Determinada y sin miedo, Jane persiguió sus sueños, enfrentando críticas por ser mujer y por su aparente “locura” de querer ir al continente africano a estudiar animales. Nada la detuvo; dejó un legado que no se mide en herencias, sino en la conciencia que sembró.















