Desde pequeño, siempre he tenido una gran afición por los animales. En aquellos tiempos, era mucho más fácil escapar del bullicio de la ciudad y conectar con la naturaleza: arroyos limpios, extensos campos, cielo azul y una diversa variedad de animales silvestres que podías apreciar sin alejarte más que algunos kilómetros de la ciudad.

Recuerdo mis días de niñez, jugando a atrapar peces —pequeños bagres, en realidad— o renacuajos, avistando cernícalos y persiguiendo lagartijas, intentando infructuosamente alcanzarlas. Esos recuerdos se atesoran y lucen muy frescos, frente a la actual realidad, donde el concreto ha ganado terreno, producto de la explosión demográfica y el desordenado desarrollo urbanístico de mi ciudad. Tengo 44 años y he visto cómo Arequipa, en el sur del Perú, pasó de tener más de 700,000 habitantes a fines de los 90 a contar con casi 2 millones en la actualidad. Aunque el panorama luce más moderno, suele ser caótico. Cuando les cuento a mis dos hijos sobre mis aventuras de niñez, en ellos nace el asombro. Puesto que pocas veces han visto animales silvestres en su estado natural, y es que en los últimos 25 años, la ciudad, el panorama y el ecosistema han mutado.

Hoy en día, son los animales los que también han tenido que adaptarse para sobrevivir. No es broma, ya que palomas y gorriones han cambiado las ramas de los árboles por pelos humanos, plásticos o fibras textiles recicladas para hacer sus nidos. Ya no anidan en arbustos, sino en los techos de las viviendas o edificios.

La reina en los volcanes

A pesar de toda esa polución que parece ganar terreno sin control, aún hay vida silvestre en las montañas y volcanes que rodean Arequipa, y, de hecho, una pequeña sabandija se erige como la reina de los volcanes. La mano del hombre, por fortuna, no ha alcanzado su sombría presencia en aquellos parajes, y desde la cima de los volcanes arequipeños, una pequeña lagartija se presenta como muda guerrera de la adversidad, sobreviviendo a más de 5,000 metros sobre el nivel del mar.

Se trata de una pequeña lagartija que pasó inadvertida hasta hace muy poco. Si bien habitaba en las montañas, recién el 16 de mayo de este año se dio a conocer que era una nueva especie descubierta: Liolaemus Misti, o la Lagartija Misti.

Aunque hay muchas especies parecidas en esta parte de Perú, esta se distingue por ser el único reptil escamoso y vertebrado capaz de vivir a más de 5,000 metros sobre el nivel del mar, lo que lo hace realmente especial.

La noticia corrió como pólvora entre la comunidad científica nacional y extranjera, así como entre los habitantes de la ciudad. Un informe detallado publicado en el "Salamandra" German Journal of Herpetology, una revista indexada, daba cuenta del notable descubrimiento, que resultó ser el fruto de una investigación que comenzó entre 2020 y 2021, liderada por el biólogo Roy Santa Cruz Farfán, quien es además investigador asociado de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), junto a su equipo integrado por Rudol von May, Amaranta Canazas Terán, Renato Bejarano, Evaristo López, Alberto Morales, Alessandro Catenazzi y César Aguilar Puntriano.

Farfán, a quien tuve la oportunidad de entrevistar, manifestó que Liolaemus Misti presenta una coloración marrón y negra. Estos patrones le permiten mimetizarse con el entorno monótono de esas lejanas cumbres, lo que dificulta su apreciación y le sirve de protección ante sus depredadores. Las pequeñas soberanas de las montañas son activas durante todo el día, desplazándose tanto en zonas abiertas como rocosas.

“Aunque inicialmente fueron catalogadas como Liolaemus Tacnae, logramos evidenciar que presentan distintos patrones en sus escamas y características de su cuerpo, por lo que nos encontramos ante una nueva especie”, apuntó mientras sostenía un espécimen conservado en el Departamento de Herpetología de la universidad arequipeña. “Según las observaciones de su hábitat, es probable que se alimenten de pequeños insectos como escarabajos y hormigas”, agregó.

Investigación y descubrimiento

La pequeña, escurridiza y delgada sabandija comenzó a ser estudiada hace aproximadamente cinco años, cuando Santa Cruz y su equipo escalaron los volcanes de Arequipa (Chachani, Misti y Pichu Pichu).

Los investigadores estudiaron en estos lejanos y gélidos parajes la vida silvestre que habita en sus intrincadas laderas y quebradas. Lo más emocionante de aventurarse en este inhóspito sistema de montañas fue advertir que a 13,600 pies vivían estos pequeños reptiles. “Capturamos algunas de estas lagartijas y, después de observar más de cerca a los animales, nos dimos cuenta de que habíamos descubierto una nueva especie: Liolaemus Misti. Estos miden poco más de 4 pulgadas de largo, según el estudio”, replicó el entrevistado.

Según un comunicado de prensa compartido con McClatchy News, "vive a altitudes de hasta 5,400 metros (17,716 pies) sobre el nivel del mar, la altitud más alta registrada actualmente para cualquier escamoso vivo, el grupo de reptiles que incluye serpientes y lagartijas". “La nueva especie representa una importante adición a la biodiversidad del altiplano andino y también demuestra cuánto queda por descubrir en estos ambientes extremos”, según información difundida por el Miami Herald.

Particularmente, este estudio se realizó en el distrito de Chiguata, en la zona del Simbral, aledaña a la reserva natural de Salinas, esta zona se encuentra entre el volcán Misti y el Pichu Pichu.

Distribuida en cuatro localidades

Según explicó Santa Cruz, hasta el momento se ha confirmado la presencia de estas lagartijas en cuatro localidades de Arequipa, y los parámetros que ayudaron a distinguirla de otras especies fueron su hábitat, el patrón de sus escamas –que es totalmente nuevo respecto a los hallados en otras Liolaemus, además de la textura–, poros y coloración de su piel, entre otras diferencias sutiles en su anatomía.

Diversidad reptiliana

En el territorio de la región Arequipa se han clasificado 20 especies de reptiles, de las cuales 13 son lagartijas. En los últimos 10 años, se han descrito varias especies de lagartijas del género Liolaemus en el sur del Perú; seis especies de Liolaemus son endémicas de Arequipa (L. Anqapuka, L. Balagueri, L. Insolitus, L. Etheridgei, L. Yarabamba y ahora L. Misti). Liolaemus Misti habita en la cadena de volcanes Chachani, Misti y Pichu Pichu, cerca y dentro de la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca.

Importancia en la conservación

Ahora que se conoce esta nueva especie de lagartija, el biólogo Santa Cruz celebra su descubrimiento, pero al mismo tiempo reflexiona sobre la importancia de tomar acción para proteger la fauna y la biodiversidad en general. La acción del hombre, en busca de la tecnología, a menudo genera daños irreparables a la naturaleza. Según el investigador peruano, está en nuestras manos –de la sociedad, así como del Estado y la empresa privada– trabajar mancomunadamente para proteger los últimos resquicios de naturaleza donde aún formas de vida como Liolaemus Misti puedan prosperar sin temor a ser presa del trepidante avance de las urbes.