En la región italiana de Apulia, seguiremos por tierra y mar los Municipios del GAL (Grupo de Acción Local) Tierras de Arneo: Alezio, Campi, Carmiano, Copertino, Galatone, Gallipoli, Guagnano, Leverano, Nardó, Porto Cesareo, Salice y Veglie. Se trata de la comarca de Salento en la región sureña de Italia. Un territorio que se distingue por la belleza natural, la riqueza patrimonial, la hospitalidad de sus municipios y, consecuentemente, la propia calidad de vida.

Lugares que encierran una vastísima e intensa historia, unidos por una cadena de encuentros e intercambios de diferentes culturas, viendo atracar o zarpar navíos de diversa procedencia o con diferente objetivo, de invasiones y de luchas campesinas por el trabajo y la dignidad de la existencia; tierra de excelentes producciones vinícolas, así como de antiguos oficios, donde la presencia del mar ha plasmado las comunidades y sendas economías. Como la pesca artesanal que garantiza al territorio un equilibrio entre sus recursos y su sostenibilidad económica.

Y verificando su autenticidad, visitaremos la primera localidad que nos acoge, Veglie, en la provincia de Lecce, donde se ha establecido la sede del GAL, formado por personas responsables que representan los intereses socioeconómicos locales, tanto públicos como privados, cuya actividad, misión y finalidades quedan previstos en las normativas europeas. En fin, constituye un instrumento promovido por la Unión Europea para desarrollar los planes y los programas de intervenciones dedicados a mejorar la esfera socioeconómica de las comunidades rurales.

Así pues, en términos generales, pero centrándome en la Tierra de Arneo, que aúna los 12 municipios ya citados, el relativo Gal acoge un Ei-point oficialmente acreditado por la Universidad Telemática Mercatorum, como centro cualificado de orientación para el desarrollo de proyectos didácticos educativos y formativos de la Universidad. Otro elemento que ayuda a mejorarlos.

El común denominador de estos municipios ahonda sus raíces en un lejano pasado: debido a su posición geográfica, tierra de asentamientos prehistóricos, mesapios, romanos y bizantinos, tierra de haciendas y de feudalidad laica y eclesiástica, tierra de culto y de devoción, tierra de latifundios abundantes de trigo, aceite y vino, pero también foco de malaria, de muerte, de luchas campesinas y de mejoras del terreno paludoso para hacerlo cultivable... Una tierra de rescate.

Ese rescate lo está llevando a cabo el GAL, Tierras de Arneo, en 6 de estos municipios: Veglie, Santa María al Baño, Nardó, Salice Salentino, Guagnano y Campi Salentina detectando el valor de una identidad recuperable, con el protagonismo del vino y el aceite, con prestigiosas bodegas como la ‘Cantina Moros’ de Gugnano o la de Leone de Castris, de Salice Salentino, fundada por los condes de Lemos en 1665, que despliega un rico Museo del Vino, además del patrimonio arqueológico-histórico-artístico, que iremos describiendo.

Iniciamos nuestro tour en Veglie, acogedora localidad con sus curiosas almazaras hipogeas, como la «desterrada» de San Vito en 1998 objeto de un atento proyecto de recuperación tras la compra del molino por parte del Ayuntamiento. La restauración fue posible gracias a una cofinanciación entre el Ayuntamiento local, del Feoga Apulia y del Gal ‘Tierras de Arneo’. Existen 9 de estos «Trappeti» -almazaras abandonadas con la llegada de la industrialización-, solamente en Veglie; el resto queda diseminado a lo largo y a lo ancho del Salento, poblado de olivares seculares y del «oro amarillo». En cuanto a su patrimonio histórico-religioso, la cripta de la Virgen de Santa Maria de Veglie se remonta al siglo IX y los ciclos pictóricos a los siglos sucesivos, un notable ejemplo de pintura bizantina, más conocido como la Favana, nombre vinculado al «favismo», enfermedad ligada al cultivo de la «fava» (haba). Hasta tal punto que los devotos recurrían a ella para pedir la gracia contra la citada patología en una época anterior al siglo XVI. La coexistencia de elementos griegos y latinos testimonian la radicada presencia de la cultura griega en el Salento.

De ahí, nos acercamos a la costa para conocer el alegre Porto Cesareo, con abundancia y gran tipicidad de peces y moluscos, una referencia entre los centros balnearios del mar Jonio, con una cadena de pescaderías, algunas disponen ya de sus barcos pesqueros adaptados a las travesías turísticas incluyendo un menú de sabrosos pescados sacados de las locales aguas límpidas, la denominada blue economy. Este contacto con el mar se completó con la visita del Acuario para el estudio y control de la fauna acuática del Salento en Santa María del Baño, provincia de Nardó, ciudad en la que nos adentramos admirando e inmortalizando su evidente y glorioso pasado.

De hecho, Nardó es el centro más relevante, cuyo atractivo paisaje costero, sede de asentamientos prehistóricos, se enorgullece de su Parque Natural Regional de Puerto Salvaje y del Pantano del Capitán. Su centro urbano revela una riqueza y una finura sorprendentes: palacios señoriales, iglesias y capillas, conjuntos conventuales y acogedoras placitas narran su fervor constructivo estrechamente ligado a la presencia de la sede arzobispal y de las familias de la nobleza local. Apetitosa fue la visita del Escaparate del Gusto con una selecta degustación.

Otra de las grandes sorpresas de este viaje fue la aparición del Castillo dei Monaci, entrevisto entre la verdura de Salice Salentino, rodeado de 200 hectáreas de viñedos con una prestigiosa bodega y un Museo que testimonia la evolución de los viduños de este territorio, que por sí solo merecería un gran espacio de atención: un lugar de ensueño de lo más exitoso para las celebraciones de inolvidables acontecimientos como bodas, cumpleaños y otras importantes efemérides... ¡para rememorar toda la vida! Su historia inicia en el año 1500, y debe su nombre a la llegada de un grupo de monjes Basilianos, que lo utilizaban para el culto, meditación y amparo dado a los necesitados. Posteriormente se convirtió en residencia para las nobles dinastías hasta la Provenzano, cuya última descendiente casada con un Memmo son los actuales dueños. Seis siglos de historia para una fortaleza que se transforma elegantemente, conservando aún obras de arte de notable interés histórico-artístico. En el corazón del pintoresco Salento, bordeado por el mar y rodeado de verde naturaleza, como el sendero de eucaliptos que conduce a este centro estupendo, con parque y jardines que enmarcan la piscina, con salas de rancio y glorioso pasado y servicio impecable con una organización de altísimo nivel.

No podíamos olvidar el Santuario San Pompilio en Campi Salentina. Se trata de una iglesia barroca, cuya edificación se remonta al siglo XVI, con una rigurosa perspectiva neoclásica, remodelada tras el derrumbe de 1895, y coronada con un campanario cuadrado de 1690. Junto a ella, se sitúa el convento de los Padres Escolapios, de las Escuelas Pías, actualmente sede de la Asociación «Calasanz Cultura y Formación» de Formación Profesional. En la historia de Campi dos grandes personalidades se encontraron con un noble objetivo: fundar en Campi las Escuelas Pías, de los Padres Escolapios. Se trataba del Marqués de Campi, Giovanni Erriquez y un sacerdote español que vivía en Roma, con una gran dedicación a los niños de Trastévere, José de Calasanz. Y lo consiguieron en 1628, marcando la excelente formación de los jóvenes de aquellos parajes. El convento posee además una rica biblioteca, que custodia miles de tomos antiguos y modernos, fragmentos de escritura benaventana, cuatro incunables y numerosas ediciones del siglo XVI.

Hemos podido conocer un tesoro salvado o en curso de recuperación de un elenco de joyas patrimoniales, que vuelve a brillar con su valioso y antiguo esplendor, gracias a los ejemplares proyectos del Gal.