La protocolización de dogmas estanca el pensamiento y deforma la creatividad para los que no alcanzan a entender el embrollo de que al mundo se le ha vendido basura literaria por conocimiento científico.

(José Tejada Maury)

Mucho se ha especulado sobre el origen del universo y en los estudios sobre el tema los investigadores tomamos la información de fuentes secundarias, de trabajos que efectuaron otros seres humanos, la mayoría extranjeros los cuales formularon sus planteamientos fueron protocolizados y aceptados tanto por el mundo académico como por la sociedad en general, sin saber a ciencia cierta si esas teorías deberíamos de regresarlas al campo de las hipótesis.

El problema sobre el origen y la evolución de universo siempre será materia de discusión, pues no hay un verdadero legado histórico sobre la escena de los hechos acaecidos en el momento preciso y además de ello, para infortunio de la humanidad, los seres humanos llegamos demasiado tarde con respecto a los hechos relacionados con su origen y evolución.

Hemos tratado de reconstruir un pasado lejano en un presente confuso y a pesar de que la única herramienta con la que contamos es nuestra imaginación auxiliada por unos que otros telescopios y la resignación de seguirnos considerando — los seres humanos — un simple parpadeo ante lo grandioso e inconmensurable de nuestro universo, contando con la desventaja de nuestro período de existencia, el cual no es suficiente para llevar a cabo un estudio constante y continuo al respecto, sobre todo porque, en materia de ciencia, no existe una última palabra.

Ante el interrogante que muchos nos hemos planteado no deberíamos contentarnos con la simple respuesta de manifestar que fue un proceso natural ocurrido hace millones de años, ya que esta respuesta no satisface de manera alguna nuestras inquietudes; sin embargo, los científicos aceptan el hecho de que el sistema solar se formó a partir de una nube de gas y polvo hace 4.600 millones de años y que esa nube existía desde poco después de originarse el universo, tal vez hace 15.000 millones de años.

Hipótesis del Big Bang y el origen del universo

Hablaremos de hipótesis y no de teoría por las razones que vamos a exponer en el desarrollo del artículo.

El Big Bang, literalmente «gran estallido», constituye el momento en que de la «nada» emerge la materia, es decir, el origen del universo. Sólo hasta este momento la materia explota generando la expansión de la materia en todas las direcciones y creando lo que conocemos como nuestro universo.

En el año 1948, el físico ruso nacionalizado estadounidense George Gamow, modificó la teoría de Lemaitre del núcleo primordial y planteó que el universo se creó en una explosión gigantesca y que los diversos elementos que hoy se observan se produjeron durante los primeros minutos después de la gran explosión o Big Bang, cuando la temperatura extremadamente alta y la densidad del universo, fusionaron partículas subatómicas en los elementos químicos. A causa de la elevadísima densidad, la materia existente en los primeros momentos del universo se expandió con rapidez, el helio, el hidrógeno, como consecuencia se enfriaron y se condensaron en estrellas y galaxias .Según se expandía el universo, la radiación residual del Big Bang continuó enfriándose hasta llegar a una temperatura de unos 3°K (-273°C).

A estos vestigios de radiación detectados en 1965 por los radio astrónomos A.Penzias y R. Wilson, se les conoce como radiación cósmica de fondo. Una característica de esta radiación es que se distribuye de manera uniforme en todo el cielo, sin que se note ninguna dirección preferencial.

Según los «científicos contemporáneos» esta es una de las pruebas convincentes de que el Big Bang existió. Estas fluctuaciones de radiaciones indican variaciones en la densidad de la materia:

La abundancia de hidrógeno, deuterio y litio en las nebulosas gaseosas y las estrellas coinciden con las estimadas en los procesos de evolución del universo, lo que confirma la existencia del Big Bang.

(Tomado de Wikipedia)

Análisis de la hipótesis

El Big Bang como teoría supone necesariamente la existencia de un vacío, pero de un vacío falso, con lo cual niega la existencia de un preuniverso y de un espacio real.

El Big Bang produce un universo con velocidad final cero; al explotar sobre un vacío falso, llegaría el momento en que este disminuiría su velocidad para caer en ese mismo vacío falso, sería un universo retrógrado que jamás permitiría una evolución progresiva de las diferentes formas de vida y aun de la conformación de estrellas y galaxias, denominaríamos a este evento hipótesis de la génesis autodestructiva de un universo fugaz.

El Big Bang no describe ni expone modelo alguno desde el punto de vista científico sobre la forma objetiva como pudieron haberse formado los elementos químicos, los compuestos, las estrellas, las galaxias los cuales se dan en procesos de alta velocidad circulares; sin embargo, el Big Bang da a entender un proceso lineal con velocidad decreciente.

El estado plasmático se forma por acción de la energía eléctrica de altísimo voltaje sobre un gas formado al vacío arrancando los electrones planetarios de los átomos, los cuales quedan sólo reducidos a su núcleo. La materia así desintegrada recibe el nombre de plasma que se forma en procesos circulares de alta velocidad con movimientos espira lados, en este estado la materia está cargada eléctricamente y fuera de ello energizada a altísima temperatura. Por eso es un error afirmar que en los primeros momentos del universo la materia se expandió con rapidez y al expandirse el helio y el hidrógeno se enfriaron y se condensaron en estrellas y galaxias. Esta afirmación carece de sentido, pues un estado plasmático presenta inestabilidad y el Sol como estrella jamás ha presentado algún accidente.

Otro error es admitir conjuntamente una ley de gravedad universal con una expansión, las dos son mutuamente excluyentes.

Tampoco se puede hablar de densidad infinita, pues el infinito para objetos materiales no existe. Otro desastre intelectual de la academia es afirmar que de la nada emergió la materia, pues bien entendemos por el principio de conservación de materia y energía, que estas ni se crean ni se destruyen. En anteriores publicaciones innovamos manifestando que la energía ni se crea ni se destruye, simplemente se consume en el proceso de trasformación de la materia. Por consiguiente, el Big Bang está inventando tanto la materia como la energía al sacarla de la nada.

Tampoco dos protones se pueden unir, pues estos se repelen debido a sus cargas eléctricas, de allí que bajo la hipótesis del Big Bang jamás han podido formarse estrellas y galaxias por fusión.

En cuanto a la radiación de fondo cósmico, presunta prueba de existencia del Big Bang se puede asumir que dentro del universo, independientemente cual sea la dirección o la ubicación, necesariamente deben detectarse radiaciones, ya que éstas son emitidas por la materia circundante, de eso hemos hecho referencia en anteriores publicaciones, que la energía es una variable dependiente de la materia. Por consiguiente, esto de la radiación de fondo cósmico como prueba de efecto residual del Big Bang no tiene asidero científico para explicar el origen del universo. Además, según afirman los teóricos del origen del universo, en el presunto tiempo de existencia en 13.700 millones de años, esta radiación ya se habría degradado y no existiría rastro alguno de ella.

Vocabulario y conceptos básicos

Radiación de fondo de microondas (en inglés, cosmic microwave background o CMB). Es una forma de radiación electromagnética descubierta en 1965 que llena el universo por completo. También se denomina radiación cósmica de microondas, radiación cósmica de fondo o radiación del fondo cósmico. Según el Explorador de Fondo Cósmico (Proyecto COBE), instalado un Radiómetro Diferencial de Microondas (MDR) a 800 kilómetros de altura a fin de detectar supuestos vestigios del big-bang, no es instrumento que nos suministre importantes elementos de juicio para afirmar en forma irresponsable la existencia del Big Bang. Debemos entender que ni siquiera alcanzamos a llegar a una altura superior que sobrepase nuestro sistema solar para poder llegar a hablar de una radiación de fondo cósmico.

Devolviéndoles su bazofia literaria, podemos afirmar que es imposible encontrar una supuesta semilla cósmica en un universo consolidado como el nuestro. Por consiguientem, se insiste en que el universo no vino de ningún lado, siempre ha existido como formas de materia y energía, haciéndoles nuevamente la aclaración que la energía es una variable dependiente de la materia, la energía coexiste con la materia; tanto es así, que definimos a la energía como la capacidad para realizar un trabajo y las dos clases de energías, como cinética la que posee un cuerpo en virtud a su movimiento y la potencial la que posee un cuerpo en virtud a su posición.

Es la hora en que la física entre a replantear todos sus formulaciones y conceptos para comprender que en un mundo de partículas sólo existe el infinito y un mundo material es finito por naturaleza, siempre debemos tener presente que la energía es una variable dependiente de la materia.

Bibliografía

Artículos de Wikipedia sobre el Big Bang y la radiación de fondo de microondas.
Artículos propios en WSI sobre la física y el sol.
Tejada Maury José. La verdadera ciencia. ISBN: 978-958-44-0649-1.Ediciones Cepedid. Barranquilla. Marzo de 2007.