«Si se toma como referencia el dogma fraudulento, la academia sigue el derrotero hacia la hecatombe intelectual».

(José Tejada Maury)

Para construir obras entre montañas, eliminar peñascos que se opongan al trazado de un camino y de muchas obras de ingeniería se utilizan cartuchos de un material altamente explosivo, la dinamita, compuesta de ácido nítrico, glicerina y polvo de ladrillo: la dinamita es el resultado de la absorción de la nitroglicerina. Hoy día se ha reemplazado polvo de ladrillo por gel absorbente. Comercialmente 60% de nitroglicerina y 40% de absorbente. El inventor de este compuesto fue Alejandro Nobel, nacido en Estocolmo (Suecia), el 21 de octubre de 1833. Su padre era fabricante de torpedos establecido en San Petersburgo y el hijo, que estudió química hasta doctorarse, trabajó en la fábrica paterna. En 1866 inventó la dinamita.

Dueño de una gran fortuna, Nobel instaló quince fábricas de dinamita en Europa y América. Al morir, en 1896, dejó una fortuna de 30.000.000 de coronas.

Se dice que Nobel, dolorido por su contribución a la destrucción de la humanidad por causa de las actividades a la que dedicó su vida, quiso repararlas mediante las disposiciones dictadas en su testamento el año de 1895. Para ello instituyó cinco grandes premios con un carácter anual y permanente, consistentes en 140.000 coronas cada uno — en la actualidad es de 10 millones de coronas suecas (equivalente a un millón de euros) — además de un diploma y una medalla. Los premios deben ser discernidos a los hombres de una «hermandad» que más se distingan anualmente en: física, química, fisiología o medicina, literatura y trabajos hechos para establecer y consolidar la paz entre las naciones.

Nobel murió en San Remo (Italia) el 10 de diciembre de 1896.

Si bien algunos galardones han sido asignado a personas que verdaderamente han trabajado por el bien de la humanidad y por la paz mundial, existe mucha duda sobre otros galardones en los cuales ha quedado un manto de dudas. El objetivo del premio al parecer es inducir al mundo a seguir las pautas diseñadas por quienes controlan al mundo académico y pretenden seguir oscuros intereses de tal manera que el mundo se alinee hacia sus oscuros objetivos.

El otorgamiento encierra un pincel de soberbia y hegemonía, pues a través de la historia y la entrega de Premios Nobel otorgados desde 1901, la mitad han sido entregados a Estados Unidos y a Gran Bretaña, poco más de dos para Suiza y Suecia, España alrededor de seis y muy pocos a Latinoamérica. Y el hecho de hacer referencia a miembros de una hermandad intuye discriminación ya que es un galardón selectivo y especifico sólo a determinados integrantes de una secta o cofradía.

Premio Nobel de la Paz

El primer Nobel de la Paz fue para Juan Enrique Dunant, filántropo suizo y fundador de la Cruz Roja Internacional (simbología de la antigua orden templaria).

Theodore Roosevelt, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (quien a principios del siglo XX amenazaba con guerras a Sudamérica para imponer políticas norteamericanas), lo obtuvo en 1906.

Woodrow Wilson, encargado de incorporar a Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial en 1917, recibía el Nobel de la Paz en el año de 1919.

Cordell Hull — secretario de Estado norteamericano que aconsejó en 1939 al presidente Franklin D. Roosevelt devolver a Europa los barcos con más de 1.000 judíos exiliados que huían de la Alemania nazi — recibió asimismo el Nobel de la Paz en 1945.

Henry Alfred Kissinger fue también secretario de Estado estadounidense y tuvo que hacerse cargo de poner fin a la muy criticada Guerra de Vietnam y gestionar la crisis de la Guerra de Yom Kipur, concibiendo una nueva visión de cómo llevar la política exterior estadounidense, al colocar como último recurso la intervención militar, siendo este nuevo proceder el que lo llevó a obtener el Premio Nobel de la Paz en 1973, gracias al alto al fuego que logró establecer en Vietnam. Aun así, la controversia ha persistido sobre su figura, debido a la intervención de la CIA en varios golpes de Estado sucedidos en Latinoamérica durante la década de 1970. Sus críticos lo consideran instigador de genocidios sistemáticos de grupos políticos, estando ligado a varios regímenes totalitarios latinoamericanos, tales como la dictadura militar chilena de Augusto Pinochet o el Proceso de Reorganización Nacional de Argentina, así como por ser el responsable de planes represivos como lo sería la Operación Cóndor, cuya célula de origen habría sido la Escuela de las Américas. Todo esto ha ocasionado que existan numerosas iniciativas que persiguen conseguir su procesamiento ante instancias judiciales internacionales, así como la retirada de su Premio Nobel.

Otro galardonado: Barack Obama, un Nobel prepago por un anuncio que hizo que cerraría la prisión de Guantánamo promesa que no cumplió, además, cuando el 9 de octubre de 2009 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz, en ese momento tenía dos guerras armadas en dos países, enviando tropas a Afganistán y alegando que «a veces es necesaria la guerra para mantener la paz». Justificaba la matanza de niños y mujeres en nombre de la democracia, invadió Libia, Siria, Egipto e Irak para derrotar a un enemigo inventado por ellos.

En fin, hasta aquí lo dicho sobre algunos de los galardonados con el Nobel de la Paz.

Premio Nobel de Física

También se encuentran baches como el caso del Albert Einstein, galardonado con el premio Nobel de Física en el año de 1921 por su interpretación del efecto fotoeléctrico; sin embargo, el físico húngaro nacionalizado alemán Philipp Eduard Anton von Lenard (1862-1947), consideró que Albert Einstein le había robado su invento.

La historia debería darle el crédito a Philipp Eduard Anton von Lenard, ya que él fue ayudante y secretario privado de Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894), físico alemán nacido en Hamburgo, quien fue el que experimentó sobre las ondas eléctricas y que se constituyeron en el eje de la teoría de James Clerk Maxwell (1831-1879), físico nacido en Edimburgo, que en el año de 1864 (quince años antes que naciera Albert Einstein), dio a conocer su teoría de las ondas electromagnéticas, según las cuales éstas se propagaban por el éter (hoy espacio) con la misma velocidad que la luz. También estudió los fenómenos de la percepción de los colores.

Philip von Lenard, mediante el llamado efecto fotoeléctrico, demostró que los electrones que componían los rayos catódicos, provenían del metal que conformaba el cátodo (electrodo negativo), de él parten los electrones y a él van a parar los iones positivos, y no de la fuente de corriente, por lo que quedó demostrado que el electrón es un partícula subatómica. Philip von Lenard investigó el efecto fotoeléctrico, fue profesor de física experimental de la Universidad de Heidelberg (Alemania).

Por consiguiente, la historia debería darle el crédito a Philip von Lenard. Infortunadamente su trabajo sobre el efecto fotoeléctrico no se le reconoció, por lo tanto el Premio Nobel de Física otorgado a Albert Einstein en el año de 1921 fue una artimaña politiquera de la Real Academia de Ciencias de Suecia, inclusive para el año 1900 Max Planck ya había edificado el concepto de fotón cuando se refirió al término cuanta y no fue término introducido por Albert Einstein.

Al parecer Albert Einstein fue un simple oportunista que se congració con sus amos y se aprovechó de su oficio como secretario de la oficina de patentes de Suiza para sacar beneficios personales. Es un fiasco que hoy a través de la historia se pretenda mostrar una rivalidad política entre Albert Einstein y Philip von Lenard, cuando sus discordias obedecen a un plagio y robo de autoría intelectual. Así que encontramos otra falta de ética, de conocimiento y manipulación por parte de los miembros integrantes del Jurado del comité de Premios Nobel de la Academia Sueca de Ciencias. Albert Einstein también se sumó a la causa sionista, se identificó con la causa judía y más tarde se hizo abierto partidario del sionismo. Su elocuente apoyo a la causa sionista, fue reconocido en 1952, cuando le fue ofrecida la presidencia de Israel. Él rehusó, diciendo que creía que era demasiado ingenuo para la política. De esto podemos deducir el paternalismo de que gozaba Einstein de parte del poder hegemónico mundial.

Por otro lado, tenemos los Nobel entregados a los trabajos sobre el Big Bang la cual es una teoría que debe ser regresada al campo de las hipótesis, pues carece de asidero científico -ampliaremos más sobre este tema en publicaciones futuras por razones de espacio-.

El trabajo sobre el bosón de Higgs, el cual es uno de los exabruptos de la física de las partículas, ya de ello hemos hecho referencia en la publicación sobre el colisionador de hadrones, santuario del engaño y la mentira. El galardón referido ya se ha convertido en un estribillo, pues mantienen una cadena serial de otorgamientos años tras años para seguir aludiendo al Big Bang en forma sofisticada.

Premio Nobel de Economía1

No se ha observado que dicho galardón haya sido entregado a persona alguna que verdaderamente haya creado un sistema para eliminar la desigualdad en el mundo, inicialmente se otorgaron a trabajos elaborados a personas que de alguna manera influenciaron en la especulación de la bolsa de valores.

El mundo no se olvida de la frase de Henry Kissinger: «Si controlamos el petróleo, controlamos las economías, y si controlamos los alimentos controlaremos a la población».

Es dentro de esta óptica que el Jurado calificador de postulados elige a los favoritos. Es decir, el Nobel de Economía seguirán siendo para quienes diseñen «estrategias innovadoras» (recicladas), para controlar las economías y robotizar a los consumidores con énfasis en la obsolescencia programada para el incremento de la ganancia.

Un país sale de la pobreza cuando tiene un modelo económico en donde prima el factor humano como el recurso más importante y además tiene soberanía sobre sus recursos naturales y se invierte en actividades productivas y se fomente la agricultura y la agroindustria, además es independiente en recursos energéticos y en sistemas de generación eléctrica para desarrollar sus industrias. Más que todo humanizar el modelo productivo para orientar la economía hacia el bienestar del ser humano y también del medio ambiente. Es en este aspecto en donde debe orientarse el Premio Nobel de Economía.

Premio Nobel de Fisiología y Medicina

El panorama se mantiene dentro del oscurantismo, este galardón es uno de los más patéticos, pues se ha estado galardonando el fraude académico para favorecer la supuesta comercialización de «vacunas» y de moléculas químicas. Prueba de ello tenemos los galardonados en 2008, caso del médico Harald Zur Hausen, por haber hipotetizado que el virus del papiloma es el responsable del «cáncer de cuello uterino»: este premio se otorgó conjuntamente a los señores Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi por «descubrir el virus de la inmunodeficiencia humana». En publicación sobre los enigmas de la farmacovirosis se hizo un cuestionamiento a este virus. Aquí nos podemos percatar cómo a través de hipótesis no confirmadas como el caso del virus del papiloma venéreo y el supuesto virus de inmunodeficiencia humana se busca llevar a la humanidad a un consenso general sobre una farsa con el objetivo de incentivar el mercado sobre moléculas químicas (retrovirales) y una vacuna para un virus del papiloma, la cual ha causado muchas reacciones adversas por los casos conocidos y el cual han pretendido callar a través de los medios, lo más doloroso de esto es que ningún profesional se toma el trabajo de colocarse al frente a responder por ello.

La punta del iceberg sigue siendo el trastorno metabólico del cáncer, se siguen alineando para seguir con la trilla de más de cuatro décadas con los «estudios» y con «síndromes de conceptualizaciones desinformativas» (literatura fraudulenta, inconsistente y exabrupto), que por fin darían para encontrar la «cura para el cáncer», es decir; en este ramo de la ciencias al igual que la hipótesis del Big-Ban y sus «valores agregados» se convirtió en un raizal para el Nobel de física, en fisiología y medicina, el cáncer se ha convertido en un raizal para sucesivos y futuros galardones en Fisiología y Medicina. Sugerimos consultar artículo sobre la epistemología publicado el mes anterior.

El Nobel de química 2019 nos trae a reminiscencias el valioso aporte de Alejandro Volta, quien es el verdadero protagonista de que la energía eléctrica haya podido almacenarse y ser trasportada (energía móvil). Lo que venga de Volta para acá no tiene nada de asombroso, pues la ciencia no se vanagloria de pedantería. Rindamos homenaje póstumo a Alejandro Volta. Sin embargo, la naturaleza ya nos las había entregado mucho antes con la presencia de la anguila eléctrica, es decir; la naturaleza fue primera.

Premio Nobel de Literatura

El escribir es un arte y ciencia a la vez, no existe la cultura sin la ciencia y la ciencia sin la cultura, son coexistentes las dos. Admiro mucho a los escritores sea cual fuere su estilo, pues la escritura es creación, inspiración y talento. La literatura es belleza y también es conocimiento dependiendo del género. Bienvenidos todos los premiados en Literatura.

El Comité del Nobel

La Real Academia de las Ciencias de Suecia es la encargada de nombrar a los ganadores de los Nobeles de Física, de Química y del Premio en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel.​ La Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska elige al ganador de Medicina,​ y la Academia Sueca nombra al ganador del de Literatura. Todos se entregan en una ceremonia celebrada cada 10 de diciembre en Estocolmo, Suecia. El Nobel de la Paz, en cambio, es elegido por el Comité Noruego del Nobel, y se entrega en la ciudad de Oslo.

Los premios se entregan en forma anual. Cada persona o institución laureada recibe una medalla de oro, un diploma y una suma de dinero.​ Esta última, determinada por la Fundación Nobel, en 2013 ascendió a los 8 millones de coronas suecas,​ equivalente a unos 874 mil euros. El premio no puede otorgarse en forma póstuma, a menos que el ganador haya sido nombrado antes de su defunción.​ Si el premio es compartido, la cuantía de dinero se dividirá entre los ganadores, que no podrán ser más de tres personas. Este aspecto llama la atención, pues, lo más probable es que se estén galardonando trabajos realizados por personas ya fallecidas como el caso de la pila eléctrica.

Dentro de las postulaciones es la Fundación Nobel la que hace las invitaciones a entidades (es excluyente), pues el Comité sólo selecciona a aquellos a los que se les dirigió la invitación, quedan excluidos quienes no sean invitados por el Comité .Las invitaciones se hacen en el mes de octubre y las inscripciones tienen fecha límite hasta el mes de febrero del año correspondiente al otorgamiento. Todo dentro de un hermetismo. Otro detalle que llama la atención es que las consultas sobre trabajos y postulaciones sólo se pueden consultar cincuenta años después — aquí se resalta el caso de Albert Einstein y de Philip von Lenard — pues transcurrido ese tiempo se supone que ya ha fallecido la persona «galardonada» y así evitar cualquier reclamo en vida tal como quedó esta experiencia, es decir; estrategia para no repetir el mismo error por parte del Jurado.

Se espera que no sólo la academia de Ciencias de Suecia tome en serio lo que está sucediendo al interior del Comité de selección, sino que se coloque un jurado que al menos tenga conocimiento general sobre los trabajos seleccionados y verifique para que esta ceremonia no siga siendo un fiasco. Así como Alfredo Nobel se arrepintió por el daño causado, el Comité de selección, los Jurados hagan un mea culpa por los premios de Medicina y Fisiología en 2008 y los otros tantos otorgados a través de la historia, es decir, que la Academia de Ciencias de Suecia y el comité evaluador no hagan tanto daño a la humanidad galardonando la mentira, el error y el fraude.

Además el galardón debe ser inclusivo y no excluyente, el comité y el jurado deben ser idóneos para esto y no seguir galardonando el fraude, el engaño ,la mentira o las estrategias para dañar a la humanidad, pero sobre todo quitarle ese manto de oscurantismo que encierra dicho galardón.

Nota

1 El Premio Nobel de Economía, como tal, no existe. Es decir, Alfred Nobel no dejó escrito que hubiera que reconocer la figura de ningún economista y seguramente tal idea la juzgaría un tanto disparatada. En realidad, el oficialmente denominado Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel, fue creado en 1968 por una donación del Banco de Suecia, el más antiguo de los bancos centrales, a la Fundación Nobel.