El mundo académico actual se preocupa más por resolver los ejercicios y problemas de libros y no por solucionar los de la vida cotidiana.

(José Tejada Maury)

Cuando me refiero a la academia no lo hago para señalar a esa bodega refrigerada en donde se hace culto a la intelectualidad foránea, al dogma, al servilismo intelectual, a la trama de la colcha de retazos que urden el copiar, pegar, publicar y en donde se fabrican cartones para la compra- venta.

Precisamente de la academia hacen parte las asociaciones de profesionales, los profesionales independientes, sean públicas o privadas, los tertuliaderos que intercambian opiniones y publican sea en libros, revistas o medios masivos de información. No escapamos de ello los investigadores independientes que nos preocupamos por que la epistemología no sea una momia encerrada en urnas de cristal dentro de nuestras academias (universidades: públicas y privadas, agremiaciones de profesionales, etc.). La epistemología en su sentido filosófico teórico y experimental, no el concepto teórico que se maneja en el ámbito académico en retórica eufemística de erudición, sino como la herramienta más importante con que cuenta la ciencia ya que la filosofía la pone a su disposición, para que los profesionales de cualquier área, incluso sin ser profesionales de cartón, hagamos uso al momento de analizar, interpretar, deducir, concluir y explicar las inconsistencias o ambigüedades en argumentos, postulados en materia de ciencia , sobre todo explicando y justificando los hechos y eventos en materia de investigación.

El desconocimiento práctico de la epistemología está llevando a convertir a la ciencia como un problema de fe, eso se aprecia a simple vista cuando se analiza algún documento o postulado. Por ejemplo, afirman que la menopausia «podría» causar osteoporosis, y con este supuesto formulan suplementos de calcio, convirtiendo esto en dogma de academia sin siquiera pasar por los filtros epistemológicos.

Algunos ejemplos prácticos de desconocimiento de epistemología

Un caso es el del bosón de Higgs, el cual es una partícula (supuesta), en el modelo estándar de la física de partículas, propuesto para «explicar la masa de las partículas elementales». Sigue el supuesto «se cree otorga masa a las partículas». Cuando aún la misma ciencia no ha podido explicar el origen del universo y no lo explicará hasta tanto no entienda que la energía jamás se transforma en materia, pues la energía se transforma de una forma de energía a otra y que la energía coexiste con la materia, es decir, la energía es una variable dependiente de la materia. Hablar de creación de masa a partir de partículas subatómicas, es llevar a la ciencia a un plano existencial, es relegar la materia al plano infinitesimal.

Mientras la academia no dé importancia a la epistemología como herramienta principal en la explicación, justificación, interpretación, análisis y la objetividad no sólo en los procesos de investigación, sino en los trabajos realizados, seguiremos retrasados en materia de conocimiento e innovación. La filosofía y la ciencia no pueden separarse, por el contrario, no hay ciencia sin filosofía y los cartones de especializaciones, maestrías y postgrados serán alimentos para polillas y comejenes. El dilema que enfrenta la academia está en ubicarse desde la perspectiva del conocimiento, mientras se siga con el oscurantismo y el dogma académico impuesto por sugestión de autoridad tal como viene sucediendo actualmente, el pensamiento de nuestros profesionales seguirá estancado. Por eso es que estamos muy mal en interpretación y análisis, por pretender excluir la parte interpretativa y analítica (o quizás por no saberlo hacer por estar muy mal en epistemología); por ello no hay soluciones a los problemas y siempre terminan en enfrentamientos y agresiones físicas o verbales, burlas, saboteos e incluso en enemistades, sacando el conocimiento del contexto científico para llevarlo al campo personal prefiriendo por comodidad arrodillarse ante el servilismo intelectual foráneo, cobijándonos bajo la férula de la intelectualidad importada, volviéndonos cómplices no sólo del fraude de academia, sino de crímenes de lesa humanidad (esto para el caso de historias ficticias para el caso de algunas enfermedades), la academia no puede estar al servicio del delito.

La epistemología como teoría del conocimiento debe tener como objetivos la verdad, la objetividad, la realidad, la explicación y la justificación, pero sobre todo la descripción de los problemas, ahí es en donde está el papel de la academia. La academia no puede seguir siendo una fosa común para la epistemología. La academia a través de sus integrantes debe producir conocimiento innovador que satisfaga los grandes interrogantes del mundo de la ciencia y sobre todo le dé soluciones a los problemas que afronta la humanidad.

La filosofía de la ciencia, tal como se conoce la teoría del conocimiento o epistemología, ha quedado rezagada en la práctica la dependencia intelectual con respecto a los poderosos es un fantasma académico que ronda en el ámbito universitario, existe una inseguridad derivada de la falta de conocimiento para poder afrontar el dogma impuesto a través del devenir de la historia.

¿Qué miedo puede experimentar una persona a atreverse a cuestionar todo lo que se ha enseñado y se impone al mundo académico y científico? Sólo por facilismo y comodidad en no atreverse a introducirse dentro del marco teórico, si alguien se considera empírico por no pertenecer a los establecimientos y protocolos encamisados, ¿qué le espera al mundo de la ciencia si no existe quien controvierta sus postulados? Es aquí en este punto en donde logramos comprender el salto que debemos dar para solucionar los grandes y graves problemas que adolece la sociedad derivados de un mundo académico que ejerce su conocimiento a través de fraudes y dogmas impuestos con una rigurosa dictadura y que han sido aceptados sin ningún tipo de cuestionamientos por el simple hecho de no atrevernos a desenmarañar toda la trama de la filosofía de la ciencia. Pretender alejar a la filosofía como vientre gestante de la ciencia, es abortar el renacimiento de la ciencia y el despertar intelectual del mundo académico y científico. Podemos idear un modelo matemático pero si no lo describimos, la ciencia seguirá los derroteros de lo abstracto y por ende habremos deshumanizado no sólo al conocimiento, sino a la ciencia.

Las enfermedades degenerativas como síntomas de falta de conocimiento científico (epistemología)

Otro caso que llama mucho la atención ha sido el de la leucemia, muy patético el manejo que se le está dando, pues su solución aparente es el trasplante de médula ósea como último recurso. Sin embargo, someten a los pacientes a un calvario a través de un proceso de quimioterapias entre ellas inhibidores de glóbulos blancos, los cuales irremediablemente llevan al paciente a un sistema inmunológico en estado «cero», ya que según el dogma impuesto hay que «evitar» la proliferación de «glóbulos blancos» y por ello ningún profesional de la salud se detiene a indagar por qué la médula ósea no produce glóbulos rojos, ni indagan al paciente al respecto o dejan pasar por desapercibido algunos síntomas iniciales que se presentan hasta con dos años de anticipación y que tienen solución sencilla, como el caso de pacientes que orinan espuma, que orinan con mal olor, color anormal de la orina, etc. Y no acuden al médico enseguida y sólo cuando presentan dolores en los huesos ya es demasiado tarde habiendo podido tratar un síndrome renal con una simple molécula química que no tiene precio tan alto en el mercado de los medicamentos. Lo grave del caso es que el profesional no se pregunte por qué la médula ósea no está produciendo hemoglobina, y de allí indague la cadena de formación de los glóbulos en la materia prima como la eritropoyetina, si la médula no tiene esta materia prima indagar por qué el riñón no se la suministra.

Lo mismo sucede con la formación de tumores, si el riñón excreta a través de la orina proteínas, nutrientes y/o cationes: calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio), es lógico que al ir perdiendo el líquido extracelular todos estos elementos y sustancias necesarias para el buen funcionamiento celular, se presentarán tumores y otras afectaciones, ya que a la célula no le llegan nutrientes y además no puede regular los procesos metabólicos en forma adecuada.

Entonces son casos para reflexionar sobre cómo la academia ha ido perdiendo espacio creativo para ceder paso al dogma impuesto a través de autoridad sugestiva con una disciplina autoritaria ajustada a intereses de control de la población y a intereses comerciales, es decir, sólo interesa la ganancia a cualquier precio aún por encima de la dignidad humana y de la vida de los seres humanos. Entonces hace falta mucha epistemología, es decir; conocimiento científico objetivo al respecto. De nada sirve conocer fisiología mecánicamente, sin un conocimiento profundo sobre la esencia del funcionamiento y la reflexión sobre el verdadero rol que juegan los riñones dentro del proceso de regulación y mantenimiento de los líquidos intra y extracelulares y por ende el estado de dichos órganos y no salir en forma precipitada a «atacar» la sintomatología.

Sin embargo la ignorancia, no es excusa por parte del profesional para evadir su responsabilidad en casos de homicidio mimetizados con el término irresponsable de iatrogenia.

Sin un marco teórico conceptual derivado del conocimiento científico profundo (epistemología) con respecto al tema a tratar, no habrá soluciones a los problemas materia de interés para el profesional.

Hace días me llegó un documento anónimo en donde definían a la ciencia como el camino hacia un objetivo. El camino es el conocimiento y el objetivo el control de las personas. Esta definición necesariamente nos lleva a reflexionar sobre el verdadero objetivo de la ciencia, ya no es el bienestar de la humanidad, sino el control de la humanidad, en este sentido se desvirtúa la esencia de la ciencia como camino a solucionar los problemas que aquejan a la humanidad, por eso no debe extrañarnos la cantidad de desinformación impuesta como dogma al mundo académico y científico en la actualidad. Analizando el caso de los transgénicos y sin necesidad de recurrir a sofisticados equipos, simplemente cualquiera lo puede constatar cuando usted prueba alguna fruta notará la diferencia con la orgánica, podrá darse cuenta además de ello que no trae semilla o si la trae está esterilizada y con supresión de sus propiedades organolépticas y con merma en sus nutrientes, le han quitado el principio activo a algunos alimentos de la naturaleza, esto con el fin de enfermar a la población y que el mundo siga adicto a sus moléculas químicas para desacreditar la máxima hipocrática: «que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento». Podemos concluir para este caso un uso perverso del conocimiento que no encaja dentro de los objetivos de la ciencia.

Conclusiones

Se define a la epistemología como el conocimiento científico profundo que nos estructura intelectualmente con elementos de juicio para analizar, describir e interpretar en forma general y universal los menesteres del pensamiento aplicado en la generación del conocimiento creativo e innovador y por ende en la interpretación de conceptos, fenómenos, leyes, principios, postulados y teorías ajustados al contexto de la ciencia.