A estas alturas muy pocos creen en los «métodos milagro» para aprender inglés. Pero hay fórmulas que resultan más rápidas que otras. El Método Callan lleva más de cincuenta años enseñando inglés en la cuarta parte del tiempo necesario. O al menos eso es lo que ellos afirman. Y parece que funciona.

Robin Callan desarrolló su revolucionario método, al que bautizó como Callan Method, en 1960 y comenzó a aplicarlo en Polonia, donde tuvo bastante éxito. Cuando regresó a Inglaterra fundó la Callan School of English en la céntrica calle londinense de Oxford Street.

La escuela cerró hace unos años por la crisis, pero tenía un total de 86 aulas y 2.500 estudiantes, lo que la convertía en la más grande de la capital inglesa y probablemente de Europa.

Sin embargo, el método se usa en muchas academias en todo el mundo, incluso se puede seguir online. Un estudiante necesita unas 350 horas (cuatro años académicos) para aprobar el examen de Cambridge Preliminary. El Método Callan asegura que lo conseguirá en tan sólo 80 horas (un año académico) y en 160 horas en el caso del Cambridge First Certificate.

La Organización del Método Callan se encarga de editar y distribuir el material que utilizan las escuelas Callan, así como de seguir los parámetros fijados por el método. Además, cualquiera puede abrir una sucursal de la marca tomando como referencia una sencillas normas, la más importante de las cuales es no utilizar directamente el nombre de Callan.

Se puede hacer referencia al Método pero no usar el nombre directamente, porque es una marca registrada. El número de escuelas Callan reconocidas como tal por la Organización del Método y distribuidas a lo largo y ancho del mundo supera las 450. Y van en aumento. Japón, Brasil, Perú, Grecia, Canadá, Polonia, España, Italia, Ucrania, Turquía, EE UU… El mundo entero aprende inglés al son que dicta Mr. Callan.

Repetir, repetir y repetir

El Método Callan está basado en un constante intercambio de preguntas y respuestas entre el profesor y cada uno de los alumnos, siempre en inglés y a un ritmo acelerado.

De esta manera, el alumno está obligado a hablar, porque le están haciendo preguntas todo el tiempo. Se utiliza una media de 200 a 240 palabras por minuto, con lo que se pretende evitar el aburrimiento y mantener la concentración del alumno en todo momento. Con el Método no se piensa y no se traduce, sólo se habla. O mejor dicho, se repite.

Ese es otro de los dogmas de fe que hay que estar dispuesto a creer en la Callan. Acepta el método como es. ¡Funciona! Pase lo que pase, hablaremos inglés antes o después.

Desde luego el Método no se parece a ningún otro, es bastante dinámico y vivo. Sin duda, lo más interesante es que puedes hablar inglés en poco tiempo.

La mayoría de las escuelas que utilizan el Método Callan obtienen el 95 por ciento de aprobados en comparación con la media internacional que es del 70 por ciento. Este dato parece irrefutable aunque conviene aclarar que todo el que decide presentarse a estos exámenes deberá pasar previamente una prueba en su escuela y acudir después a clases de preparación durante ocho semanas.

Una de las críticas más habituales sobre el Método es la que señala que éste apenas enseña gramática, con lo que el alumno no tiene una base adecuada en el aprendizaje del idioma.

Para Robin Callan el inglés es como un dialecto por lo que resulta más fácil aprenderlo pasivamente. De esta manera, si el alumno no entiende toda la gramática que el Método contiene no debe preocuparse ya que, con la utilización de manera repetida de estructuras gramaticalmente correctas, acabará por aplicarla sin problemas. Desde luego, esta es una opinión muy controvertida que no comparten muchos profesores de inglés.

Buen ambiente y confianza

Un profesor de la Callan se parece más a un actor que a un profesor propiamente dicho y es elegido por su vivacidad, personalidad dinámica, voz agradable y pronunciación estándar.

De hecho, no es necesario tener cualificación académica alguna para impartir clases en las escuelas Callan. Buscan personas con la mente abierta y capacidad para comunicar con los alumnos. Todos sus profesores reciben un período de formación en el que son preparados para afrontar la dinámica de las clases.

La máxima de la Callan es que el método funciona siempre y cuando se aplique en todo su rigor. Así que, importa poco que tu profesor no tenga la más remota idea del uso de la pasiva o el estilo indirecto. Lo verdaderamente importante es la motivación y conseguir adquirir cierta confianza a la hora de expresarnos en inglés.

El inventor del Método cree que si tu profesor es aburrido, el Método resultará aburrido y poco efectivo.

Las clases donde se imparte el Método son relativamente pequeñas, de 6 a 14 estudiantes, (el promedio es de 8), por lo que los estudiantes disfrutan de un tanto por ciento bastante elevado de tiempo hablando.

Can a chiken fly?

Según el Método Callan los pollos pueden volar, pero, eso sí, no muy lejos. Muchas preguntas del método son bastante extrañas y a veces ridículas.

Parecer ser que el Método funciona como un videojuego, es rápido y divertido. Por eso, las preguntas, especialmente en el primer libro, tienden a ser un poco infantiles. Supone que el alumno aún no tiene aún un conocimiento suficiente del idioma como para controlar una pregunta adulta. Lo importante no es lo que la pregunta contiene sino su estructura, vocabulario y la entonación.

El Método intenta enseñar a hablar el inglés que se habla en la calle de una manera más rápida. Se te hace una pregunta, tienes que responder y… generalmente se hace.

Para ser justos con el Método hay que reconocer que el 90 por ciento de los alumnos que estudian inglés no lo hacen porque tengan una pasión especial por aprender idiomas. Lo hacen porque lo necesitan ya que es un lenguaje de comunicación internacional. Y en ese sentido, ayuda.

El Método Callan sólo lleva al alumno al nivel del First Certificate y ese nivel es el que se utiliza diariamente en el trabajo y la vida cotidiana. Desde ese punto de vista, el método cumple lo que promete.

No hay Proficiency

El emporio Callan utiliza la psicología para vender y enseñar inglés, lo cual no es fraudulento y, bien pensado, resulta muy útil, especialmente para aquellos que no se lanzan a hablar por vergüenza o falta de confianza. Pero no lleva al alumno más allá de un First Certificate.

Una vez finalizado el Método el alumno está mucho más cerca del Advanced que del First. Pero el paso hacia ese nivel debe darlo el propio alumno.