Llegué hace apenas 5 días de Tailandia y, aunque mi cuerpo se encuentra físicamente en Madrid, mi mente y mi corazón siguen en el Sudeste Asiático.

La combinación de sus templos budistas con infinidad de monjes vestidos de color naranja, sus mercados callejeros repletos de frutas, verduras, adornos y artesanía de todo tipo, sus paisajes verdes en medio de la selva o sus playas de color turquesa transparente con el contraste de la arena blanca son algunos de los encantos de este destino paradisíaco.

Tailandia es un país situado al sureste de Asia, limita con Laos y Camboya al este, el golfo de Tailandia y Malasia al sur y el mar de Andamán y Birmania al oeste. Es el país número 51 en superficie territorial, con un área de 513.000 km2 y el país número 20 más poblado del mundo, con aproximadamente 64 millones de habitantes.

Como disponíamos de tiempo limitado, alrededor de 21 días, decidimos planificar la ruta que seguiríamos de forma previa y los destinos que visitamos fueron, en este orden, Bangkok, Ayutthaya, Koh Tao, Chiang Mai, Pai, Koh Phi Phi y Koh Phangan.

Aunque no es lo mismo leerlo en este artículo que visitarlo, cosa que recomiendo 100%, a continuación me gustaría compartir con vosotros aquello que no os podéis perder en esta ruta de Tailandia:

Bangkok

Es la capital y la ciudad más grande de Tailandia. Es sinónimo de la masificación de gente, de los edificios y rascacielos de gran altura, de los templos antiguos y, por supuesto, de los taxis y coloridos tuk-tuks, que lideran los recorridos de un lado a otro de tantos y tantos turistas que visitan Bangkok.

Ayutthaya

Ayutthaya, situada en el valle del río Chao Phraya, es una de las ciudades de Tailandia más bonitas del mundo. Nosotros cogimos una van de Bangkok a Ayutthaya y allí alquilamos bicicletas para todos y visitamos la belleza de sus ruinas. Lo recuerdo como un día espectacular.

Koh Tao

La isla del relax y la tranquilidad por excelencia y centro de interés del buceo en Tailandia. Mención especial a la escuela de buceo de Pura Vida, dónde todos los instructores nos trataron de maravilla y nos hicieron sentir como en casa. También hay que destacar la fiesta nocturna de Lotus.

Chiang Mai

Situada al norte de Tailandia y mucho más tranquila que el caos y desenfreno que impera en Bangkok, esta capital tiene varias atracciones turísticas: desde la belleza de sus templos, los paseos en elefante, el rafting en troncos de bambú, la singularidad de sus tribus o la originalidad de su mercado nocturno. Chiang Mai es un claro reflejo de la cultura y tradición tailandesas.

Pai

Es un pueblecito precioso, cuyo lema podría ser “Peace and love”. Pai destaca por su ambiente relajado, sus colores, su naturaleza y la visita a las tribus de las montañas.

Koh Phi Phi

Rodeada de playas preciosas, cabe destacar sus aguas cristalinas, su arena blanca y la maravillosa vegetación tropical que le rodea. Una de las playas más famosas es Maya Bay, que aparece en la película La Playa, protagonizada por Leonardo Dicaprio.

Otro de los encantos de la isla Phi Phi es la vida nocturna que le caracteriza, con un gran número de discotecas a pie de playa donde puedes tomarte un cóctel mientras escuchas música y disfrutas de los números espectáculos de fuego.

Koh Phangan

Sin duda, la isla más loca de toda Tailandia y en la que pudimos disfrutar de la noche de la Full Moon Party en primicia. La Fiesta de la Luna Llena comenzó en 1987 cuando un grupo de mochileros organizó una fiesta de cumpleaños para un amigo en la noche de luna llena y se lo pasaron tan bien que decidieron repetirlo cada mes. Hoy en día, La Full Moon Party es una fiesta muy popular y conocida por todo el mundo. Recomendable 100% y dónde los colores flúor serán los protagonistas de la noche.

De forma muy breve, he querido rendir un homenaje especial a Tailandia. Ha significado tanto este viaje por la huella que ha dejado que estoy segura de que pronto volveré.