Muchas veces he escuchado que las personas crecemos por fuera pero nunca por dentro. En el fondo, aunque tengamos ya lo que se llama “una edad”, nos gusta seguir jugando y, como no, recordar las muñecas y los cochecitos que hicieron tan feliz nuestra infancia.

Todos los primeros sábados de cada mes, se celebra en la madrileña estación de Delicias la Feria de juguetes y comics de Madrid. Se trata de un espacio para particulares y coleccionistas en el que podemos encontrar aquel tebeo que leíamos cuando éramos pequeños, con las hojas más amarillentas y arrugadas, pero con toda su esencia.

La estrella de esta feria de juguetes son los famosos “clicks” unos muñequitos que representan distintas profesiones: hay un click bombero, un click cartero o ferroviario. Es toda una satisfacción poder poner en la mesa de tu trabajo o en tu casa ese “pequeño yo” por un precio más que razonable.

Una mañana al mes, los madrileños tenemos ante nuestros ojos la mayor oferta en juguetes antiguos y de colección, cromos y comics. La Feria se instala en un precioso entorno, ya que el Museo del Ferrocarril exhibe trenes antiguos que conservan toda su solera y en los que podemos entrar para ver como viajaban nuestros padres y abuelos.

Para hacer un descanso a media mañana o a media tarde, podemos tomar un café en la cafeteria de un antiguo vagón de tren. Es como hacer un viaje al pasado a solo unos metros del centro de Madrid.

Los vendedores suelen estar muy bien informados de lo que venden y también de lo que no venden. Si no encuentras un álbum de cromos o un muñeco en concreto, ellos te orientan de si hay otro compañero que lo pueda tener o incluso si se lo encargas tratarán de conseguírtelo para el próximo mes. Puede ser una larga e ilusionante espera, pero seguro que merecerá la pena.

La próxima feria de juguetes sera el 2 de enero, un día muy próximo a la llegada de los Reyes Magos. Quizá, visitando este espacio para nostálgicos podamos dar algunas ideas a Sus Majestades para nuestros regalos. Siempre y cuando nos hayamos portado bien este año. Si no ha sido así, esperemos tan solo carbón, que era lo que hacía moverse antaño a las preciosas locomotoras antiguas. Tampoco estaría mal el regalo. Hay que conformarse, pero también soñar y podemos hacerlo los primeros sábados de cada mes de 10 a 20 horas.