Alexander McQueen, fue, quizás, uno de los diseñadores con más creatividad y talento de las últimas décadas. Perteneciente a la mejor generación que ha dado la escuela londinense St. Martins, McQueen nunca dejaba indiferente a nadie. Por eso su trabajo, lleno de transgresión y fuerza, se ha convertido, además de en un tributo a su vida, en una exposición que llega a Londres tras haber triunfado, hace unos años, en el Metropolitan (MET) de Nueva York.

McQueen siempre empezaba cada colección con una idea o un concepto antes de su presentación. Después del concepto, venía el guión. Una especie de storyboard (guión gráfico), elaborado con referencias al arte, al cine y a la música. Su inspiración provenía de cualquier lado: del color del jersey que llevaba un amigo o de conceptos como la muerte. Era como una esponja que absorbía todas las influencias del exterior, las interiorizaba y después, las plasmaba en creaciones irrepetibles contadas como historias.

Y eso mismo es lo que hace la exposición Alexander McQueen: Savage Beauty en cada una de las salas que la conforman. Contar, y celebrar, a través de sus creaciones, la vida de uno de los genios de la moda. La exposición comienza con varios de los diseños que McQueen presentó para su trabajo final, en 1992, en St. Martin. Y acaba con su incompleta (murió antes de acabarla) colección de la temporada Otoño-Invierno 2010. En medio, un centenar de creaciones expuestas de tal manera que los vestidos cobran vida, belleza y protagonismo. Si nos paramos frente a diseños tan icónicos como su vestido "dark angel" de la colección de 2009, podemos observar e imaginar, sin reparos, toda la genialidad, el exceso y la imaginación ilimitada que Alexander McQueen poseía y que tan bien conseguía transmitir. Como él mismo declaraba "Soy un exquizofrénico romántico”.

Galerias diseñadas de manera que parecen edificios victorianos (como el mismo V&A Museum) con vitrinas en forma de marcos para presentar su etapa "Romantic Gothic"; cavernas con huesos para presentar su colección más primitiva; salas vanguardistas con más de 40 creaciones a la vez y pantalas de LED, bajo el nombre "Cabinet of Curiosities"... Eso y más es "Savage Beauty". En definitiva, un viaje por la historia de la moda de la mano de uno de los mayores genios así como un viaje a través de la evocación y de los sentimientos que el arte, en este caso la moda, solo nos puede proporcionar.

Casi seis años ha tardado la exposición en llegar a Londres tras su paso por el MET de Nueva York en 2011 y tras convertirse en una de las diez exposiciones más vistas de su historia. Su tierra natal, Londres, le añoraba y le esperaba y este 2015 le ha recibido con los brazos abiertos. Tal era el deseo de volver a tener a McQueen en casa que el Tate Modern también lo ha querido homenajear. Esta vez a través de la fotografía. Bajo el título Nick Waplington/Alexander McQueen: Working Process la exposición presenta el resultado de una colaboración única entre el artista británico Nick Waplington y el aclamado diseñador.

A través de una serie de fotografías, Waplington captura el viaje creativo que hay detrás de la icónica colección Otoño-Invierno 2009 de McQueen. Una colección aclamada que resultó ser una retrospectiva iconoclasta de la carrera de McQueen en la que reutilizó las siluetas y los tejidos de sus colecciones anteriores.

Las fotografías de Waplington revelan el lado “oscuro” que siempre ha rodeado al mundo de la moda y proporcionan una visión única de una de las colecciones de moda más célebres de la historia reciente.