Que el fútbol es cosa de hombres es un pensamiento que dejó de tener vigencia hace tiempo. El fútbol femenino en España goza de muy buena salud aunque continua eclipsado por el masculino, que acapara todas las miradas. Sin embargo el balompié practicado por mujeres construye poco a poco su evolución a base de trabajo, constancia y éxitos.

Desde que se tuviera constancia del primer partido oficial disputado por féminas en 1895, largo y costoso ha sido el trayecto para que la sociedad, sobre todo la de género masculino, no considerase el fútbol femenino como un divertido espectáculo de mujeres en pantalón corto dando patadas a un balón en una cancha.

La Real Federación Española de Fútbol creó la Liga Nacional en 1988. La integraban nueve clubes. Desde entonces esta disciplina ha crecido exponencialmente. Actualmente la primera división la componen dieciséis equipos y España ocupa el decimocuarto lugar en el Ranking FIFA, por detrás de países como Alemania, Francia, Reino Unido o EE.UU.

En este panorama actual, las categorías inferiores han jugado un papel fundamental. El trabajo desde la base está dando los frutos y un claro ejemplo es el Club Atlético Granadilla Tenerife Sur, de las Islas Canarias. Este club, afincado en el sur de la isla de Tenerife, está a un paso de conseguir un hito para el fútbol canario. Después de completar la liga regular, actualmente disputan el play-off por el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.

Con ganas de saber cómo viven esta experiencia, me acerco al campo de entrenamiento. No es habitual ver a periodistas por allí, pero me reciben con una sonrisa y me dejan entrar en el vestuario. Acaban de cambiar hace poco de entrenador. Toni Ayala es todo un veterano en categorías nacionales, ha dejado su proyecto en Ávila y ha sido contratado expresamente para subir al equipo a primera división. Junto a él también trabaja un veterano: Ayoze Pérez, ex jugador de C.D. Tenerife, Mallorca y Sporting de Gijón entre otros.

Antes de saltar al campo de entrenamiento, Desiré y Tamara tienen un rato para charlar conmigo. Son las capitanas de este equipo. Se consideran pioneras en el fútbol femenino canario "Desde hace cuatro o cinco años la situación ha ido mejorando, ahora no se nota tanto el machismo como antes, aunque aún nos cuesta ser reconocidas del todo" me cuenta Desiré . "Estando en primera o en segunda división el trato es mejor que cuando juegas en otras categorías inferiores o donde no están acostumbrados a ver jugar a chicas. De hecho muchas veces cuando juegas contra chicos, son las propias mujeres desde la grada las que comentan cosas como que cómo se dejan hacer eso por una chica" me responden mientras hablo con ellas . "Yo ahora no noto tanto el machismo, creo que eso ha cambiado, va lento pero las cosas van cambiando" apunta Tamara.

Ambas se alegran de que cada vez sean más los medios de comunicación que se interesan por el fútbol femenino. Los grandes diarios deportivos españoles poseen desde hace tiempo secciones dedicadas a ello y algunas televisiones ya ofrecen partidos de primera división en directo, pero necesitan más promoción, aseguran.

Basta con acercarte al césped y colocarte a un par de centímetros de ellas para apreciar la calidad que atesoran estas futbolistas. Un toque refinado y un control sobre el balón de mucha calidad que demuestran en cada golpeo. Desiré juega de media punta, Tamara de mediocentro defensivo. Ambas, mientras tocan el balón, hablan de sus cosas del día a día. El ambiente en la plantilla parece estupendo. "Tenemos una directiva que nos apoya en todo momento. También económicamente, nos sentimos privilegiadas y sabemos que si subimos a primera división no tendremos problemas en ese sentido, pese a que vivamos en una isla y estemos tan lejos de la península" me comenta Tamara.

Sin embargo, al no ser profesionales, para algunas se hace difícil casar el trabajo con el deporte. "Yo trabajo en un banco y sé que entre semana tengo mi tiempo para cuatro entrenamientos y que los fines de semana son solo para el fútbol, todo es cuestión de las ganas que le pongas." "Vivir de esto es muy difícil, y ver un contrato mucho más, solo equipos como el Atlético de Madrid o el Barcelona pueden hacerlo." me dice Tamara.

Para su preparador, Toni Ayala, que renunció a su plaza como entrenador del Real Ávila de Tercera División, el proyecto es muy motivador. "Ellas son el futuro, al final no deja de ser fútbol y entrenamos como si fuesemos un equipo de primera división. Ellas no se quejan porque son un equipo de mucha garra, trabajo y sobre todo de mucho talento".

La profesionalidad de estas chicas ha quedado más que demostrada. Conseguir ser el primer equipo canario que asciende a primera división es lo único que les quita el sueño hoy en día. Después de eso ya se verá, me confía la capitana Tamara antes de calzarse sus botas y saltar al césped al último entrenamiento de la semana.