Natura centrum est reúne telones y objetos procedentes de acciones, instalaciones y murales creados por Marcel·lí Antúnez con la participación de personas y colectivos diversos y heterogéneos desde 2014 hasta la actualidad. La escala y la singularidad de las piezas expuestas, concebidas inicialmente para el espacio público o para desfiles de calle, adquieren en la Sala Oval una nueva lectura.
Los diez módulos y la figura gigante de Vulcà, creada para la acción Fargabudell (2014), articulan centenares de objetos entre los que destacan los telones-párpado y los dibujos monumentales que, al modo de los libros pop-up, transforman su apariencia cuando se activan.
Las dimensiones excepcionales de esta obra nos permiten mostrarla en toda su magnitud en la Sala Oval del MNAC e invitar al público a una inmersión en el universo del artista.
Otro eje relevante de la exposición es el conjunto de carteles y otros elementos de propaganda creados por Antúnez. Este corpus, integrado por esculturas, eslóganes e imágenes pintadas a mano, funciona tanto como objeto plástico y como herramienta de movilización. Aunque ahora se presenta en un contexto museístico, gracias a las activaciones diarias mantiene la energía y la funcionalidad para las que fue concebido.
Las piezas creadas para ser portadas por los participantes, que reinterpretan el imaginario folclórico y ritual en clave contemporánea, evocan tradiciones populares —como la iconografía de la Semana Santa— y las transforman en un lenguaje festivo, participativo y reivindicativo.
La combinación de estos tres ámbitos —la escala de la obra, los objetos de propaganda y la revisión del imaginario folclórico— aporta a la exposición una personalidad distintiva, cálida y cercana, que invita al público a explorar otras formas de experiencia: algunas piezas se activan durante los talleres y desfiles y son vividas por el visitante, mientras que otras pueden contemplarse de manera estrictamente museística.
Esta instalación efímera celebra la naturaleza, la comunidad y el arte como experiencias compartidas y utópicas, y brinda la oportunidad de sumergirse en un mundo onírico del que el público podrá formar parte a través de talleres creativos para toda la familia, concebidos y dinamizados por el propio Antúnez.
Con Natura centrum est, el MNAC mantiene su apuesta por la experimentación museográfica, situando al visitante en el centro y generando reflexiones a partir de la experiencia directa con la obra de arte. De este modo, el proyecto se inscribe en la línea de otras intervenciones concebidas especialmente para la Sala Oval, como Trena, de Laia Estruch; From the center, de Eugènia Balcells; o Aeronautica (vol) interior, de Francesc Torres, que exploran nuevas formas de activar las obras y pensar nuestra relación con el mundo y la naturaleza, y que se dirigen a públicos diversos.
















