Victoria Rodríguez Rivera, una joven deportista arequipeña de 22 años, estudiante de sexto ciclo de Psicología en la Universidad San Martín, ha tejido una historia de perseverancia y sabor con su emprendimiento, Iskaywari (Indomable). Su camino, marcado por la pasión por el deporte y la búsqueda de una alimentación saludable, la ha llevado a crear una línea de productos energéticos que no solo la nutren a ella, sino a otros atletas y estudiantes con exigentes rutinas.
Iskaywari nació en 2020, en medio del confinamiento por la pandemia. Victoria, entonces una ciclista ávida, buscaba alternativas a las barras energéticas comerciales, repletas de azúcares procesados. Sus primeros experimentos fueron con galletas de cereales, maca, quinua y otros ingredientes andinos, buscando un alto valor proteico y un sabor agradable. Ella cuenta que todo comenzó cuando vio por redes algún video en el que otros ciclistas y nutricionistas especializados en deporte de alta competición elaboraban sus propios alimentos de entrenamiento.
La búsqueda de la receta perfecta fue un proceso de ensayo y error. La panela y la miel, inicialmente elegidas como endulzantes naturales, no siempre lograron el equilibrio deseado. Sus primeros intentos, aunque bien recibidos por su familia, no estaban a la altura de sus expectativas.
La vuelta al ciclismo tras la pandemia marcó un punto de inflexión. La necesidad de una alimentación óptima para sus entrenamientos la impulsó a perfeccionar sus creaciones. A base de avena, miel, panela, algarrobina, maní, chía y otros frutos, nació la primera versión de sus barritas energéticas. El éxito fue inmediato entre sus amigos ciclistas, quienes apreciaron el sabor y la energía que les proporcionaban. Sin embargo, la consistencia de las barritas aún necesitaba ajustes; la receta no era fija, y la producción era artesanal y demandante.
El crecimiento de Iskaywari Indomable fue gradual pero constante. En 2021 y 2022, Victoria experimentó un considerable aumento en la demanda. Deportista de alto rendimiento, sus barritas llegaron a otros atletas a través del Centro de Alto Rendimiento de Arequipa, donde la nutricionista incluyó sus productos en la alimentación de los deportistas.
Los pedidos, incluso desde Lima, comenzaron a superar su capacidad de producción. La joven atleta, entre estudios, entrenamientos y la elaboración de las barritas, se encontró con un desafío que la llevó al límite. La producción artesanal, con un pequeño molde, resultaba insuficiente para satisfacer la creciente demanda de docenas de barritas. “Los pedidos crecieron mucho, y rebasaron mi capacidad logística y de tiempo. Entre los estudios, el entrenamiento y el negocio se iba complicando todo, porque tenía pedidos de hasta 144 barritas con mucha frecuencia…”, señala.
Replanteando la estrategia
En este punto se vio obligada a replantear su estrategia. Tras un periodo de receso, Victoria encontró una nueva fórmula, reduciendo la cantidad de panela y dando origen a las granolas Iskaywari Indomable.
La idea surgió de una observación casual: su hermana disfrutaba de los restos de las barritas, inspirándola a crear un nuevo producto con la misma base nutritiva, pero con una textura y formato diferente. Las granolas se convirtieron en un éxito inmediato, complementando la oferta de barritas energéticas, especialmente diseñadas para rutas largas y entrenamientos intensos.
La colaboración con la nutricionista del Centro de Alto Rendimiento fue fundamental para el desarrollo de Iskaywari Indomable. La retroalimentación y el apoyo permitieron a Victoria mejorar sus fórmulas y ofrecer productos con un valor nutricional óptimo. La línea de productos se amplió con presentaciones de 250 g y porciones individuales de 35 g, adaptándose a las necesidades de los consumidores.
El año 2023 marcó otro cambio significativo en la vida de Victoria. La creciente demanda de sus estudios universitarios, combinada con sus entrenamientos de halterofilia (ya había dejado el ciclismo para entregarse de lleno a esta nueva disciplina), la obligó a reducir la producción de Iskaywari Indomable. La falta de tiempo y la necesidad de priorizar sus estudios y su salud la llevaron a una pausa en la producción de las barritas. Ella sufre de migrañas, y los alimentos procesados le afectan negativamente, por lo que la elaboración de sus productos, con ingredientes naturales, se convertía en un reto aún mayor.
Sin embargo, la pasión emprendedora de Victoria no se extinguió. En 2025, Iskaywari regresó con una nueva propuesta. Apostando por la innovación y la practicidad, introduce nuevos productos: los conocidos cuchareables, yogures griegos endulzados con miel y mermeladas caseras de maracuyá y arándanos, junto con las granolas en una nueva formulación, más suaves. La presentación también ha evolucionado, con envases más atractivos y funcionales.
El camino de Iskaywari ha sido alentador, retador, pero nada fácil. Victoria ha enfrentado desafíos en la producción, la distribución y la gestión del tiempo. Ha experimentado con diferentes productos, adaptándose a las necesidades del mercado y a sus propias limitaciones.
Ha aprendido a priorizar, a delegar y a buscar apoyo en su entorno. Más que una emprendedora, Victoria es una atleta que comparte su conocimiento y su experiencia para alimentar a otros campeones, demostrando que el éxito se construye con constancia, dedicación y un toque de sabor andino.
Su futuro en la psicología deportiva, puesto que apuesta por este campo, combinada con su experiencia en Iskaywari, promete una trayectoria llena de éxitos.
Comercialización en ferias de emprendimieto
Actualmente, los productos de Victoria se exhiben en ferias de emprendimiento universitario. Con el tiempo, ha descubierto un nuevo nicho de mercado: los estudiantes, que, al igual que ella, enfrentan limitaciones de tiempo para alimentarse de manera saludable. Su oferta les brinda acceso a productos accesibles que les ayudan a mantener su salud y a entrenar en deportes de alto rendimiento, como el ciclismo y la halterofilia.















