Mi nombre es Andrés Felipe (aunque el nombre ha cambiado con el tiempo), nací el 21 de Noviembre de 1996. Soy Diseñador Gráfico, Industrial, Comunicacional y Director de arte. Mi historial de trabajos es diverso, desde Agencias de Marketing y Diseño, hasta distintas ONG capacitadas para brindar educación a niños de escasos recursos. Estudié en la Universidad de Las Américas en Quito, Ecuador (mi ciudad natal), tengo un Diplomado en Dirección de Arte del Instituto Colombiano Nogma. En mi tiempo libre, he sido autodidacta al aprender distintas ramas como la psicología, la neuropsicología, la física cuántica, la filosofía y por supuesto, la gastronomía.
Una de los actos que me han influenciado ha ser un "creador de ideas", es conectar y empatizar con la gente. Desde pequeño, la imaginación tomaba su lugar en mí cuando agarraba un libro de letras y de fotografías abstractas. Muchas veces no comprendía el mundo ante mí y eso era lo necesario para despertar mi curiosidad, pues me enseñó a ser crítico de que el mundo no necesariamente es como lo vemos. Entre letras y palabras, forjé mi carácter devorando libros de literatura universal, poemas y hasta cómics de superhéroes que intentaban asimilar su realidad con la nuestra.
Por supuesto que todo esto provocó un salto de identidad en mí. Pues la literatura como la de Benedetti, hace exhortar a tu alma de que el mundo tiene chance de ser disfrutado con más de una forma; como tal, decidí emprender mi trayectoria artística personal. Atravesé la literatura, la música, el dibujo e ilustración, las artes plásticas, el teatro, la fotografía, la cinematografía y recientemente, la gastronomía. Sin embargo, había una incómoda sensación en mí que no me permitía mirar más allá de lo que conocía.
A ese día le llamo "crisis existencial", fue el día que empecé a tomar decisiones de adulto y abrirme paso a la complejidad del mundo. Pude hacerlo de la mano del diseño y la creatividad, con las dos entendí que en este mundo había mucho más que entender. Si lo ponemos de forma visual, la vida es un tapiz de la cual todos formamos parte pero que no terminamos de comprenderla. Vemos el otro lado del tapiz: desordenado, alborotado, llena de colores sin dirección o sentido. Poco entendemos que del otro lado es una obra maestra a detalle, que sólo la conocemos cuando aceptamos la entropía de las cosas. Es decir, la complejidad es lo que hace que la vida tenga una belleza abstracta.
He trabajado como Diseñador Gráfico, como Publicista, Director de Arte, Director de Cortometrajes, Fotógrafo, Periodista y he sido hábil Consejero de los líos amorosos de mis amigos o compañeros. Pero sobre todo, he capturado con fotos o letras la realidad humana. Me he subido a escenarios y también he actuado detrás de ellos. He diseñado desde ataúdes biodegradables, hasta marcas globales. He escrito ensayos y monografías y a veces, pensamientos que surgen en mí cuando regreso a casa. Pero más que nada, he sabido crear para humanos.
Crear es un acto que requiere nobleza y justicia. Si William pudiera hablar con su Quijote, si Gabriel pudiera pasearse por Macondo o Lewis se sentara a tomar un té con Alicia, sabrían el acto sutil y grandioso de crear. Creamos no porque escapamos a la realidad, sino porque nos queremos aproximar a ella. Crear es desaprender y desdibujar muchas veces nuestro camino para encontrar nuevos. Es un acto de valientes dispuestos a desafiarse a sí mismos para desafiar al resto; pero al mismo tiempo es un acto de consciencia.
Gracias por haber llegado hasta aquí. Es hora de sentarnos a crear, desaprender y explorar más allá del día a día. Me puedes decir Felipe y este es un pequeño pedazo de mi mundo. Espero que podamos disfrutarlo juntos.