La inequívoca relación de la fotografía con el mundo, en ese inconmensurable abanico que se abre desde su invención hasta el vertiginoso presente hipertecnológico de hipótesis múltiples, es reinterpretada por David Sisso según los términos de una conciencia práctica tan rigurosamente reflexiva como experimental. Con procedimientos que combinan la imprescindible ortodoxia con la dinámica de lo imprevisto, el artista asume una proactiva equidistancia entre el aprovechamiento de los recursos maquinales del dispositivo y los aparatos, las acciones, reacciones y ecuaciones de los elementos del dibujo y la gráfica, y una relación sumamente sutil en su punto de partida con el objeto. Despojado de su cualidad de mero referente, Sisso le impone a éste una derivación casi alquímica, para multiplicarlo en las diversificadas apariciones de una innombrable morfología.
La serie titulada Aproximaciones descoloca disimuladamente a quien se deje llevar por el límpido atractivo de las sintéticas ecuaciones geométricas, a las que Sisso ha querido aquí tan inadecuadas ante cualquier lectura bidimensional como propensas a revelarse eventualmente corpóreas. Una delicada modulación de alteraciones, en el valor lumínico del plano, cubre de intangible evanescencia eso que amaga ser la paradójica sombra de un elemento incierto, a un tiempo objeto, corte, profundidad y superficie.
En otra clave óptica, las piezas que se anuncian como “grafismos generativos” extienden un fascinante entrelazado de tramas, oleajes, pliegues y oscilaciones con la energía lineal de un cinetismo que proviene tanto de la más frondosa sensorialidad manual como de los recursos estructurales subyacentes en las programaciones y reglas tecnológicas.
Análogamente, el conjunto que se presenta como Deriva ofrece el sistemático contrapunto de un lenguaje de signos que parece expandirse y concentrarse a la vez en ajustada conjugación con las proporciones del plano.
Orquestado como una “suite” de ensayos o invenciones proyectuales, este armonioso encastre de tramas gráficas, recortes perimetrales, simulacros de espacios e ilusiones de tridimensionalidad planimétrica parece proponerle a la mirada predispuesta un juego kinético de intercambios, resonancias y alusiones múltiples, casi como una analogía de la poética estimulante y festiva que define a David Sisso, resumida en el título que eligió para esta muestra, esa pequeña palabra, Ludi, de resonancia tan expansiva como misteriosa.
(Texto por Eduardo Stupía. Septiembre 2025)