Cindy Sherman es reconocida mundialmente por su exploración de la identidad y el género a través de la representación de personajes meticulosamente observados por la cámara. En su primera exposición individual en España en más de dos décadas, Cindy Sherman. The women, presenta una selección de las obras más icónicas de la artista, desde la década de 1970 hasta la de 2010, destacando cómo Sherman revolucionó el papel de la cámara en la práctica artística.
La exposición incluirá la innovadora serie Untitled film stills (1977 – 1980), con la que Sherman consiguió gran notoriedad como una de las artistas de la Picture generation que ganaron protagonismo durante los años 70 y 80 por haber dado respuesta a la era de los medios de comunicación de masas y a la cultura de las celebridades. Esta serie fundamental se expondrá junto con los retratos de gran formato de estrellas de cine, celebridades y figuras del mundo de la moda, todos ellos extraídos de diferentes series realizadas en décadas posteriores, abordando con ellas la construcción de la feminidad y su percepción en el ámbito público.
El título Cindy Sherman. The women se refiere a la célebre obra teatral de 1936 firmada por Clare Boothe Luce, una mordaz pieza coral que retrata las interacciones entre mujeres de diferentes clases sociales así como la importancia de las apariencias. Adaptada dos veces al cine (en el año 1939 y también en 2008), la obra es un claro ejemplo del género ‘películas para mujeres’ en el Hollywood clásico, alrededor de las cuales se construyó la teoría del cine feminista. Además de los personajes de la obra, la propia Boothe Luce es representativa de los diferentes tipos de feminidad explorados por Sherman.
A medida que el culto a la fama del siglo XX ha evolucionado hacia la era digital de los influencers y de las estrellas de las redes sociales, las deconstrucciones de Sherman sobre el género, la riqueza y el privilegio siguen siendo profundamente relevantes. La obra de Sherman nos enseña hasta qué punto todos construimos e interpretamos nuestras identidades y cómo cada actuación resulta en una versión nueva y única. A través de estas imágenes, la artista se ha convertido en la máxima exponente del subgénero que combina performance con fotografía, y le ha servido para guiar nuestra atención hacia el hecho de que la identidad es compleja, y se construye e interpreta.
En las imágenes de Ominous landscape, realizadas el 2010, unas figuras femeninas con vestidos elaborados se oponen a extensos e inhóspitos paisajes. Estas figuras parecen extrañamente desplazadas, como si hubieran sido superpuestas digitalmente sobre los paisajes isleños captados en Capri, Stromboli, Islandia y también en Shelter Island, Nueva York. Esta serie de fotografías son la evolución de un proyecto editorial para la revista Pop en el que se hicieron servir piezas de ropa y accesorios escogidos directamente por Sherman entre los archivos de Chanel. Estas piezas van desde la alta costura de los años 20 diseñadas por la propia Coco Chanel hasta creaciones contemporáneas firmadas por Karl Lagerfeld.
A partir de este proyecto llevó a cabo la serie Flappers entre los años 2016 y 2018, centrado en mujeres jóvenes que desafiaron las normas y modas sociales durante los años 20 del siglo pasado como una forma de empoderamiento, emancipación y modernidad radical, algunas de ellas imitando a las estrellas de Hollywood, que posaban con sus vestuarios glamurosos y con sus maquillajes estilizados y abundantes. En cualquier caso, la serie también habla del envejecimiento, ya que las protagonistas aparecen décadas después de su momento culminante, sin aparentemente ser conscientes de haberlo superado. Sea como fuere, las representaciones de Sherman parecen más amables y matizadas que la cruda imagen de Norma Desmond, el arquetipo de la ilusa actriz del cine mudo que protagonizaba Sunset Boulevard.
Una selección de las icónicas Untitled film stills ocupa el centro de la exposición, una serie de fotografías en blanco y negro que fueron concebidas originalmente como un grupo de fotogramas cinematográficos de la trayectoria de una única actriz. Inspirada por el Hollywood de los años 50 y 60, así como por el cine negro, las películas de serie B y el cine de autor europeo, el gran número de personajes y escenarios de Sherman imitaban el estilo de las secuencias de producción utilizadas por los estudios de cine para publicitar sus películas. Las imágenes evocan cierto tipo de personajes y géneros, y a su vez son siempre ambiguas con el objetivo de permitir que el espectador imagine sus propias historias o que incluso puedan sentirse parte de la obra.
Anteriores a Film stills son las obras Bus riders y Murder mystery, ambas creadas en 1976, y una selección de las imágenes de Line up, de 1977, todas ellas realizadas cuando la artista era todavía una estudiante del Buffalo State College en el estado de Nueva York. Con una clara preeminencia de los fundamentos del pensamiento conceptual de Sherman, Bus riders recrea toda una serie de estereotipos culturales y personalidades cotidianas que conforman la sociedad americana, aprovechando las poses, los vestuarios y las expresiones faciales que sirven para dotar de vida a estos personajes que resultan familiares.