Ya ha pasado un año desde la muerte de la aclamada cantante irlandesa, pero su historia siempre queda en esa actuación infame aquella noche de 1992, donde, en vez de escuchar su llamado a algo horrible que estaba ocurriendo, el mundo decidió darle la espalda.

Cuando se menciona la música irlandesa en alguna conversación, los artistas qué seguramente nos surjan sean U2, The Cranberries, o Enya. Pero una a la que todos van a recordar y mencionar va a ser la inigualable y controversial Sinéad O’Connor. Una clara razón por la que muchos la recuerdan es por su cabeza rapada y por su carácter audaz ante las cámaras. Su actuación en Saturday Night Live donde rompe una foto del papa Juan Pablo II fue el momento crítico de su carrera y de su vida, la cual cambió para siempre.

Pero O’Connor era más que solo esa performance y criticar, algo que muchos asociaban con la artista. Para poder comprenderla del todo, hay qué indagar en su historia.

Sinéad Marie Bernadette O’Connor nació en Dublín el 8 de diciembre de 1966. Su primer nombre fue escogido en honor a Sinéad de Valera, autora de libros infantiles y esposa de Éamon de Valera, el tercer presidente de Irlanda. Su tercer nombre, Bernadette, era en honor a la Santa Bernardita de Lourdes. Sus padres se divorciaron cuando O’Connor tenía solo ocho años y se fue a vivir con su madre y sus dos hermanos mayores (los O’Connor habían tenido cinco hijos). Allí, ella sufrió abuso físico por parte de su madre, por lo que a los trece años se fue a vivir con su padre y su nueva esposa. Debido a sus malos comportamientos, O’Connor fue ubicada en el Centro de Capacitación de Grianán, dirigido por las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad, donde prosperó en su composición y su música.

En 1985, su madre falleció en un accidente automovilístico cuando Sinéad tenía 18 años, algo que impactó fuertemente a la cantante, quien a pesar de haber sufrido muchos abusos por parte de ella, se sintió devastada por la catástrofe.

Luego de colaborar con la banda Ton Ton Macoute, una formada por ella y Colm Farrelly, un productor de música, O’Connor firmó con Ensign Records, donde conoció a su nuevo manager Fachta Ó Ceallaigh, quien previamente había trabajado con U2 pero había sido despedido por hablar mal de ellos.

En 1987, su primer álbum The Lion and the Cobra, es lanzado, siendo aclamado por los críticos. Este disco, de género pop rock y art rock, incluye las canciones Troy y Mandinka, ambas exitosas. La cantante estaba orgullosa de su trabajo y consideró la composición de las canciones como terapia. Durante la producción de este, O’Connor quedó embarazada del baterista John Reynolds. La discográfica la presionaba por abortar, pero ella se negó a hacerlo. Por este fue nominada a Mejor interpretación vocal de rock femenina en los Premios Grammy de 1989.

Sin embargo, ese éxito no se podía comparar con lo que se venía con su segundo álbum I Do Not Want What I Haven’t Got, lanzado en 1990, que incluye su canción más conocida, Nothing Compares 2 U, canción escrita por Prince. El álbum incluye canciones como I Am Stretched on Your Grave, basado en un poema de escritor anónimo irlandés del siglo diecisiete, y la canción Black Boys on Mopeds, basado en el asesinato de Colin Roach, un hombre británico negro quien falleció en una comisaría. En el tema, O’Connor critica al gobierno e incluye a la familia del fallecido en la parte de agradecimientos del álbum.

Durante ese año, participó del recital de Roger Waters de The Wall en Berlín, además de participar en el álbum caritativo Red Hot + Blues, donde interpretó un cover de You Do Something to Me. A pesar del éxito, las controversias empezaron a caer. Ese mismo año, la cantante expresó qué no haría sus recitales sí el himno de Estados Unidos sonara antes de uno de estos, ya qué consideraba a la industria musical estadounidense como racista. Muchos la criticaron, incluyendo Frank Sinatra, quien amenazó con ‘patearla en el trasero’.

En los Premios Grammys de 1991, la cantante recibió cuatro nominaciones, ganado Mejor interpretación musical alternativa, pero ella nunca se presentó a la premiación ni aceptó el premio, criticando a la Recording Academy, la encargada de los premios, ya qué los acusaba de promocionar valores materialistas sobre mérito artístico.

Pero lo peor estaba por llegar con su infame actuación en Saturday Night Live, en octubre de 1992, donde interpretó la canción War de Bob Marley, cambiando la letra para aludir al abuso infantil. Antes de terminar, agarra una foto del papa Juan Pablo II, la desgarra y dice ‘fight the real enemy’ (‘luchen contra el verdadero enemigo’). La cantante luego comentó que consideraba a la iglesia católica responsable por su propio abuso que sufrió de pequeña, además de proteger a curas quienes habían abusado a niños por años. Por esto, O’Connor recibió críticas por todos lados, incluyendo Joe Pesci, Frank Sinatra y Madonna. En un concierto tributo a Bob Dylan en Madison Square Garden, la cantante fue abucheada hasta qué el cantante Kris Kristofferson fue a ayudarla.

A pesar de sufrir ataques por sus palabras, Sinéad no bajó los brazos y siguió trabajando en otros proyectos. Su canción You Made Me the Thief of Your Heart fue incluida en la película En el nombre del padre, y su cuarto álbum Universal Mother fue lanzado, este incluyendo un cover de All Apologies de la banda Nirvana.

Años más tarde colaboraría con Richard Wright, pianista de Pink Floyd, Wyclef Jean de Fugees y Dave Stewart de Eurythmics. En 2002, lanza su álbum Sean-Nós Nua, que incluye canciones en irlandés y canciones folclóricas originarias de su país. El año siguiente, colaboró en un álbum tributo a Dolly Parton.

La cantante procedió a sacar música nueva de diversos géneros, como el folk, reggae y rock, además de seguir colaborando con diversos artistas. Sinéad seguía peleando por la igualdad y justicia en el mundo, además de hablar más de espiritualidad. En 2018, anuncia que se ha convertido al Islam, cambiando su nombre Shuhada' Sadaqat. En 2021, saca su biografía Rememberings, recibiendo aclamación y siendo nombrado por la BBC como uno de los mejores libros del año. A pesar de esto, su vida personal no era la mejor. Por allá en 1999, le habían diagnosticado bipolaridad, y en 2017 subió un video a Facebook en el qué relata qué se sentía sola luego de perder la custodia de Shane, uno de sus hijos. En enero de 2022, él se suicida y Sinéad se interna en un hospital para tratar sus problemas mentales.

Desgraciadamente, el 26 de julio del 2023, Sinéad O' Connor es hallada muerta en su departamento en Herne Hill, Londres. Tenía tan solo 56 años.

El caso de la cantante es uno en muchos, donde años más tarde se la termina apreciando, o incluso cuando ya es muy tarde. Sinéad O’Connor no debe ser olvidada y su música tampoco. No es solo una cantante con la cabeza rapada qué cantó una canción de Prince, sino qué también era una artista muy innovadora para la época qué hablaba de temas muy importantes aunque le valiera su carrera. Debe ser recordada como una luchadora por los derechos, y una persona qué, incluso cuando más sufría, quería que hubiera paz en este mundo.

Como dice en su canción Famine de 1994:

And if there ever is gonna be healing
Then there has to be remembering and grieving
So that then there can be forgiving
There has to be knowledge and understanding.