Las invasiones al territorio nipón y el constante viaje de occidentales, desde nosotros, los españoles, a multitud de grandes estudiantes y maestros de Occidente cambió por completo la perspectiva del arte japonés. No solo por sus pinceladas, sino por su perspectiva.

Takahashi Yuichi fue un pintor japonés de la época romántica, conocido por diseñar cuadros al estilo occidental. Se formó en paisajismo tsukinami-e y en el arte holandés en particular. El paisajismo tsukinami-e, al igual que el ukiyo-e, es una técnica de pincelada de estilo oriental tradicional que se caracteriza por ser a mano alzada, por ejemplo, las hojas y flores son formadas por toques precisos de pintura sobre un papel, donde un gesto exacto y un movimiento generan sus formas.

Este estilo destaca especialmente por ya empezar a pintar al óleo plenamente a finales del periodo Edo. Su interés en el estilo occidental empezó tras conocer a Wirgman —corresponsal de prensa y pintor inglés— y a Fontanesi —pintor y profesor de arte de origen italiano— ya que estos se encontraban en Japón con permiso el gobierno del momento. Aunque Takahashi nunca fue capaz de abandonar el archipiélago nipón, sí pudo fundar su propia academia de arte en la que enseñaría sobre arte occidental. De entre sus obras más reconocidas destacan «Matsushima godaido zu», una panorámica de Matsushima daido (1848-1854) y «Vista del monte Fuji desde Makigahara» (1878).

Algo que destaca especialmente de este autor son sus elecciones de temas típicamente japoneses a pesar de usar técnicas pictóricas claramente occidentales (un ejemplo es «Armadura» de 1877). Sus paisajes se caracterizan por un cierto aire sublime y hasta podrían caracterizarse pintorescos —corriente inventada en el XVIII británico que busca la particular belleza de lo costumbrista y cotidiano—. Esto se percibe especialmente en «Kotohira embozu» una vista de Kotohira (1881).

No ganaba sumas desorbitadas por sus obras, y su técnica, ya que no había sido aprendida en una escuela occidental en específico, resultaba un tanto básica, especialmente en sus primeros óleos. Sin embargo, lograría superarse en poco tiempo, lo que le hizo ganar gran respeto en sus círculos, y hoy en día se le suele admirar entre los intelectuales del arte oriental dado al gran esfuerzo que le debió de suponer reinventar unas técnicas que nunca se le pudieron enseñar correctamente. Uno de sus primeros trabajos fue «Tofu» (1877) que contrasta en técnica con «Salmón» (1887) —una de las obras más famosas de este artista—.

En definitiva, este autor pretendía avanzar en unas pocas décadas todos los movimientos y técnicas posibles para que el arte pictórico japones pudiese «alcanzar» al occidental. Sus bodegones y paisajística son únicos y muy recomendables. Hoy en día se pueden visitar en el Museo de la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio, el Museo de Kotohira y en diferentes santuarios de Japón.

Notas

Keene, D. (1998). Dawn to the West. Columbia University Press. ISBN 0-231-11435-4.
Mason, P. (2005). History of Japanese Art. Prentice Hall. ISBN 0-13-117602-1.
Pinturasyartistas.com. Técnica del pincel. Tipos de pinceladas y estilos pictóricos. «Pinceladas para crear la forma y el estilo pictórico. Pinceladas de mano alzada».