La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el tabaco mata hasta la mitad de las personas que lo consumen; además, quienes han conseguido dejarlo se han enfrentado por lo menos una vez al fracaso. Por ello, en la actualidad existen un buen número de aplicaciones que pueden servir de ayuda.

Herramientas digitales que registran los días sin fumar o los cigarrillos consumidos o, incluso, el dinero ahorrado al olvidarse del hábito son algunas de las que se pueden encontrar con mucha frecuencia. Pero también hay otras que divierten con sus juegos o que incluyen técnicas de distracción para enfocar la mente en otras direcciones bastante más saludables.

Y si se sienten muy desanimados, estas soluciones interactivas los pueden acercar a otros exfumadores —mediante chat— y pueden llegar mucho más lejos: en caso de necesidad, de un posible riesgo de recaída, ellas los llevarán directamente a un profesional. ¿Qué más se puede pedir?

De acuerdo con esto, vamos a describir las más conocidas:

RespirApp

El método de RespirApp, inspirado en el que emplea la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se divide en tres fases: las dos primeras son opcionales y consisten en reducir de forma progresiva los cigarrillos que se fuman, además de fijar «el día D», en el que definitivamente se abandonará el tabaco. No obstante, a partir de ese momento, empieza la tercera fase y la más importante, en la que el usuario recibe consejos para gestionar el estrés y prevenir recaídas.

Según explica Isabel Rubio, especialista en el tema, «entre las funciones más útiles de la app, destaca un botón SOS pensado para los peores momentos. Al pulsarlo es posible consultar consejos para aliviar las ganas de fumar o por si se tiene ansiedad, muchas ganas de comer o no se puede dormir; de hecho, uno de los puntos fuertes de esta aplicación es que permite llamar a un teléfono gratuito de la AECC para recibir ayuda a cualquier hora del día».

Sacabó

Detrás de esta aplicación está la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET). Tras descargarla, el usuario debe indicar si es hombre o mujer, cuándo comenzó este hábito, qué fuma —si cigarrillos, puros o puritos, tabaco de liar o cigarrillo electrónico— y qué día quiere dejar de hacerlo.

En cuanto a la gestión de la ansiedad, el organismo aconseja hablar con gente de confianza, dormir bien, llevar una dieta equilibrada, darse baños relajantes y hacer ejercicios de respiración y relajación. Y, al igual que la de la AECC, esta aplicación cuenta con un botón del pánico: «cuando tengas ganas de fumar y no sepas cómo distraerte, entra en esta casilla y entretente con el videojuego para olvidar el tabaco».

QuitNow

Una de sus funciones más curiosas es que cuenta con un chat de exfumadores. Y en él se pueden observar comentarios tipo «llevo 219 días sin fumar», «2,196 cigarrillos no fumados», y «308 euros ahorrados». Nada mejor para los que pronto se desaniman.

Stop Tabaco Mobile Trainer

Está avalada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Las Palmas de Gran Canaria (COPLP). En ella, el usuario debe llevar un registro en el que apuntará cada cigarro que fume durante las cuatro semanas antes del día D, debe hacer un reto, un ejercicio de razonamiento, un juego de preguntas y consultar el progreso alcanzado antes de irse a dormir.

Como todos sabemos, dejar de fumar conlleva muchos beneficios para la salud: tras 20 minutos mejora la circulación de la sangre en las extremidades, después de 24 horas el riesgo de infarto se reduce y, a los dos días, el sentido del gusto y el olfato se empiezan a recuperar.

Además, el riesgo de sufrir cáncer de pulmón o enfermedades cardiovasculares cae drásticamente con el paso de los años. Así, según señala el presidente de la Organización de Institutos Europeos del Cáncer (OECI, por sus siglas en inglés), Thierry Philip, «si los europeos menores de 20 años dejasen mañana de fumar, la mortalidad por cáncer se reduciría a la mitad en 50 años».

Nota

Rubio, I. (2022). Así funcionan las aplicaciones para dejar de fumar: de botones del pánico a chats de exfumadores. El País. Julio, 20.