El dolor de espalda es un problema que nos afecta prácticamente a todos en algún momento de nuestra vida. De hecho, los dolores lumbares son la segunda causa de baja laboral según fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Las dolencias del cuello y espalda son también muy frecuentes.

Afortunadamente el 70 por ciento de los dolores de espalda tienen su origen en malas posturas o movimientos bruscos, sobreesfuerzos físicos y otras causas que producen una limitación de movilidad y requieren de tratamiento médico, pero no son enfermedades generales como una infección o una enfermedad reumática.

Sin embargo, en algunos casos, el dolor tiene su origen en la degeneración y lesión de la columna, como es el caso de las hernias discales o las estenosis del canal.

Pasar por el quirófano no es siempre la mejor opción, pero, cuando otros tratamientos conservadores no dan resultado, el especialista puede recomendarnos la cirugía. En este caso, optar por una técnica mínimamente invasiva es la ideal ya que, se evita dañar masas musculares y minimizar las secuelas de una operación.

Hablamos con el doctor Dr. Manuel González Murillo,1 cirujano especialista en endoscopia de columna, sobre esta técnica y sus ventajas.

¿Cómo ha evolucionado la cirugía endoscópica?

Durante años, ha sido utilizada en diferentes especialidades quirúrgicas. No obstante, el uso en pacientes con patología de columna se ha retrasado debido a los condicionantes tecnológicos. Desde los primeros años de la década de 1980, se ha ido avanzando y mejorando la instrumentación para conseguir un abordaje totalmente endoscópico.

Se ha producido un cambio en la forma de abordar la patología de columna con el avance de técnicas de mínima invasión con el objetivo de disminuir las posibles complicaciones y mejorar la recuperación del paciente.

¿En qué consiste la endoscopia de columna?

La endoscopia se define como la observación directa mediante un sistema óptico o endoscopio (tubo con iluminación conectado a una cámara de vídeo y monitor de televisión). La endoscopia de columna consiste en la introducción de una cámara (incisión en la piel menor de 1 centímetro) en el interior de la columna vertebral sin la sección de músculos. Esto nos permite una visualización directa de las estructuras y un acceso completo a la hernia discal con un menor daño que las técnicas convencionales.

La discectomía endoscópica es una alternativa quirúrgica segura y eficaz a la microdiscectomía convencional. En pocos años esta técnica se instaurará como técnica habitual en las unidades de cirugía de columna.

¿Cómo se produce una hernia discal y en qué casos debe abordarse con cirugía?

El disco intervertebral es una estructura anatómica que se sitúa entre dos vértebras y cuya principal característica es su viscoelasticidad. En otras palabras, es capaz de deformarse y recuperarse como hace un buen «amortiguador». Absorbe impactos y distribuye cargas. La hernia discal se produce cuando la parte interna de un disco intervertebral se desplaza hacia el canal vertebral, en ocasiones desplazando la raíz nerviosa y presionándola.

Existe mayor incidencia de hernia discal entre la cuarta y quinta décadas de la vida y en el sexo masculino. Existen factores de riesgo como:

  • La vida sedentaria.
  • Obesidad con falta de tonificación muscular.
  • Realizar actividades repetidas de flexión y torsión y los levantamientos de peso frecuente con mala higiene postural.
  • El tabaquismo.
  • Predisposición genética en algunos pacientes.

Es necesario apuntar que, la mayor parte de las hernias discales con compresión de la raíz nerviosa consiguen una mejoría progresiva de los síntomas sin cirugía en los tres primeros meses.

Si persisten los síntomas, podemos recomendar un tratamiento quirúrgico. En este caso, las indicaciones para la cirugía endoscópica de columna son las mismas que utilizamos en la cirugía convencional, tanto en abordajes cervicales, torácicos o lumbares.

En términos generales la indicación es la hernia discal con compresión de elementos neurales (raíces nerviosas o médula espinal). También puede realizarse en estenosis de canal y foraminal, con el objetivo de aumentar el tamaño del canal lumbar y del foramen (salida de las raíces nerviosas en la vértebra).

¿Se puede utilizar esta técnica para lesiones en toda la columna vertebral, por ejemplo, en el caso de hernias cervicales?

Con el avance progresivo de la técnica endoscópica lumbar se ha aplicado esta técnica tanto en la columna dorsal como en la columna cervical en casos seleccionados. El objetivo principal es eliminar la compresión de las raíces nerviosas y la médula.

La indicación de este procedimiento es la hernia discal con ausencia de osteofitos (prominencias óseas resultantes de la degeneración progresiva discal) o el atrapamiento de la raíz nerviosa en el foramen (salida de la raíz nerviosa de la vértebra).

¿En qué momento debemos decidirnos por este tipo de cirugía?

Dado que la patología lumbar es más frecuente, diremos que podremos indicar la cirugía endoscópica a aquel paciente con hernia discal con dolor irradiado que presente entumecimiento, hormigueo o pérdida de fuerza en miembros inferiores.

Si existe dolor lumbar crónico, probablemente el paciente presente degeneración de las articulaciones facetarias posteriores y una degeneración discal importante. En estos casos, debemos valorar otras opciones quirúrgicas como por ejemplo la artrodesis o fusión lumbar. En estos casos, también podemos optar por técnicas de mínima invasión (menor daño en los tejidos) para mejorar la recuperación del paciente.

¿Cuáles son sus ventajas frente a la cirugía abierta?

Las técnicas endoscópicas han demostrado resultados equivalentes a las técnicas convencionales (microdiscectomía/discectomía abierta) con una serie de ventajas:

  • Incisión más pequeña (menor de 1 centímetro), con menor daño en los tejidos (músculos, ligamentos y hueso) y, por lo tanto, con menor formación de tejido cicatricial (menos cicatrización alrededor del nervio, también denominada fibrosis epidural).
  • Menos dolor tras el procedimiento endoscópico y, por lo tanto, se requerirá menor cantidad de analgésicos.
  • Recuperación muy rápida y un retorno al trabajo más temprano. En menos de 6 semanas, el paciente puede retornar a su vida social, laboral y deportiva.
  • Menor tiempo de ingreso hospitalario. Conseguimos que el paciente se encuentre de nuevo en su domicilio a las pocas horas de la intervención.
  • Menos complicaciones quirúrgicas, menos infección postquirúrgica y menor sangrado.
  • Mejor visualización de la anatomía que el microscopio (gracias a la angulación de la óptica).
  • Puede realizarse sin anestesia general mediante anestesia locorregional y sedación. De esta forma, el paciente nos ayuda a controlar las posibles complicaciones neurológicas.
  • Los tiempos estimados de recuperación tras un tratamiento de la hernia discal con cirugía convencional se sitúan entre las 6-12 semanas. Cuando la cirugía se realiza por vía endoscópica, reducimos este tiempo a las 3-6 semanas. Por lo tanto, el paciente puede incorporarse precozmente a sus actividades habituales.
¿Cuál es la principal novedad de esta cirugía?

Existen pacientes intervenidos con anterioridad con artrodesis o fusión lumbar que presentan degeneración del disco inmediatamente superior a la instrumentación (síndrome del disco adyacente). En estos pacientes, hasta ahora, si presentaban síntomas dolor radicular irradiado, se les proponía nueva cirugía de artrodesis con el objetivo de fusionar el nivel superior.

Actualmente con el avance de la técnica endoscópica puede proponerse la realización de esta cirugía. El objetivo, es evitar una nueva cirugía de artrodesis, con lo que disminuimos posibles complicaciones como la infección postquirúrgica y mejoramos la recuperación del paciente.

¿Qué posibles complicaciones podrían presentarse en la cirugía endoscópica de columna?

En cualquier tipo de cirugía pueden existir complicaciones. Puesto que los procedimientos lumbares son los más frecuentes, menciono las complicaciones más relevantes:

  • Lesión directa de la raíz nerviosa. Uno de los puntos críticos en el tratamiento de las hernias discales por vía endoscópica es la introducción del instrumental. En la primera parte del procedimiento, la introducción no se hace bajo visualización directa sino mediante el uso de rayos X para la localización de estructuras. Esto podría originar una pérdida de movilidad parcial o completa.
  • Lesión del saco dural. La médula espinal y los nervios se encuentran envueltos en un saco lleno de líquido cefalorraquídeo. Durante la cirugía se puede producir un pequeño desgarro del saco produciéndose una fuga de líquido. En el caso de producirse, existen diferentes alternativas de tratamiento para su resolución.
  • Disestesia postquirúrgica. La manipulación excesiva de las raíces nerviosas puede originar ardor, picazón, descarga eléctrica u hormigueos. Habitualmente es transitoria durante el primer mes y se puede manejar con antiinflamatorios y rehabilitación.
Ha mencionado que los tiempos de recuperación son menores…

Los tiempos estimados de recuperación tras un tratamiento de la hernia discal con cirugía convencional se sitúan entre las 6-12 semanas.

Cuando la cirugía se realiza por vía endoscópica reducimos este tiempo a las 3-6 semanas. Por lo tanto, el paciente puede incorporarse precozmente a sus actividades habituales, desde el punto de vista social, laboral y deportivo.

Nota

1 Responsable de la Unidad de Cirugía de Columna del Hospital Universitario de Torrejón (Madrid), miembro de la Unidad de Cirugía de Columna del Equipo Traumadrid en HM Puerta del Sur de Móstoles (Madrid) y Profesor Asociado del Grado de Medicina de la Universidad Francisco de Vitoria. También ejerce como cirujano de columna en Hospital Virgen del Mar de Madrid y Hospital La Paloma de Las Palmas de Gran Canaria.