Una de las cuestiones que más está teniendo un impacto negativo en el conjunto de la población, sobre todo en los países desarrollados, son las exponenciales cifras de sedentarismo e inactividad física que, sumadas a los inadecuados hábitos alimentarios y a una ingesta calórica excesiva, constituyen uno de los mayores problemas de salud pública y socioeconómicos de la actualidad.

El Dr. Pedro José González Matarín nos va a hablar de las consecuencias del incremento en el sedentarismo en la población y, sobre todo, va a detallar algunas estrategias que se pueden realizar de forma factible para revertir la situación.

Es importante matizar las diferencias entre sedentarismo e inactividad física ya que se suelen interpretar de forma incorrecta:

  • Las «personas sedentarias» son aquellas que realizan actividades con un gasto energético muy bajo, como estar sentado en la realización de desplazamientos, en el trabajo, en el ámbito doméstico y en el tiempo de ocio.

  • Las «personas físicamente inactivas» son aquellas que realizan menos de 150 minutos semanales de actividad física moderada a la semana.

Por ello, no es lo mismo una persona sedentaria que una inactiva físicamente; además, de forma paradójica se puede decir que existen personas sedentarias que, a la vez, son físicamente activas.

La digitalización, la automatización, la utilización de máquinas y robots para la realización del trabajo físico han hecho que el sedentarismo y la inactividad física se hayan impuesto entre la población en un breve espacio de tiempo. La inmersión en el mundo digital ha traído a la humanidad un universo de posibilidades de crecimiento y desarrollo, pero no todo es maravilloso.

El día tiene 24 horas y podemos organizar la agenda diaria para realizar entre 30 y 60 minutos de actividad o ejercicio físicos, pero la clave está en un estilo de vida activo, es decir, en la cantidad de movimiento que realizamos a lo largo del día.

Cifras actuales del sedentarismo

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente un 60% de la población a nivel mundial no realiza la suficiente actividad física para conseguir unos efectos favorables sobre la salud. La OMS menciona la escasa realización de actividad física en el tiempo de ocio, además de un incremento en la actitud sedentaria, tanto en el entorno laboral como en el doméstico, a lo que se le añade el incremento de la utilización de medios de transporte «pasivo», que han minimizado la cantidad del movimiento corporal diario.

Consecuencias del sedentarismo y de la inactividad física


Sedentarismo

  • Incremento del riesgo y grado de obesidad.

  • Mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares e ictus.

  • Elevación de la presión arterial.

  • Mayores niveles de colesterol total y LDL.

  • Riesgo elevado de padecer síndrome metabólico y diabetes tipo II.

  • Favorece la posibilidad de padecer algunos tipos de cáncer.

  • Mayor probabilidad de presentar Osteoporosis y mayor riesgo de caídas.

  • Incremento en la incidencia de padecer depresión y ansiedad.

Estrategias para combatir el sedentarismo y la inactividad física

  • En los lugares de trabajo establecer de forma obligatoria un programa ejercicio físico de 30 min individualizado dentro del horario laboral.

  • Ir caminando al trabajo o dejar el coche o el autobús a una distancia de 15 min andando del centro de trabajo.

  • Los 30 min del desayuno en el trabajo a media mañana reducirlos a 10 y dar un paseo de 20.

  • Levantarse cada 30 min, si es posible, cuando se tiene un trabajo sedentario como el de oficina.

  • Dedicar tiempo a labores domésticas, bricolaje o jardinería.

  • Caminar cuando se habla por el móvil.

  • Al ver la televisión, levantarse y moverse cuando es tiempo de anuncios comerciales.

  • Utilizar el ascensor solo cuando sea imprescindible.