En mi anterior colaboración, escribí acerca de los «síntomas» habituales de deficiencias en la redacción presentados por el experto Daniel Cassany en su libro Enseñar lengua, enfocándome en la puntuación. Como lo había anticipado en aquella ocasión, en este artículo seguiré explicando cómo evitar los errores más comunes en redacción.
Según Cassany, otro de los rasgos que demuestran carencias en la comunicación escrita son las oraciones complicadas, excesivamente complejas. La experta Estrella Montolío afirma que la oración es la unidad comunicativa mínima en la construcción de textos escritos. Considerando lo anterior, su correcta construcción y delimitación en un párrafo es una de las habilidades que un profesional debe dominar para redactar textos eficaces.
En el Manual de escritura académica y profesional, se indica que, en ocasiones, se confunde la formalidad en la comunicación escrita con un estilo de redacción excesivamente complejo. Sin embargo, para elaborar un texto eficaz, se debe guiar con cuidado al lector, evitando un sobresfuerzo al comprenderlo.
A continuación, explicaré cuáles son los factores que complejizan las oraciones. Asimismo, presentaré las recomendaciones respectivas para escribir enunciados que se comprendan mejor, evitando ese estilo de redacción contraproducente e ineficaz.
Primer factor que complejiza las oraciones: el uso excesivo de oraciones subordinadas
¿Qué es y para qué sirve una oración subordinada?
Según la RAE, una oración subordinada es la que depende de la principal o se integra en uno de sus elementos. Al respecto, en su libro Redacción sin dolor el experto Sandro Cohen explica que, cuando una oración está subordinada a otra principal, el verbo que tiene bajo su dependencia a todo el enunciado es el que corresponde a la oración principal. Ejemplo:
El inspector quería que los comerciantes le regalaran productos, a pesar de que esta práctica va en contra de la ley.
(Tomado de ‘Redacción sin dolor’)
En este ejemplo, se ha utilizado una oración principal —su sujeto es «El inspector» y su verbo, «quería»— más dos subordinadas:
- La primera subordinada empieza con «que» y está integrada en el predicado de la oración principal.
- La segunda comienza con «a pesar de que» y depende de la oración principal.
En el informe Estudio de campo: Lenguaje escrito. Comisión para la modernización del lenguaje jurídico, Montolío explica que la función de las subordinadas que dependen de la oración principal es introducir informaciones secundarias con respecto a lo expresado en aquella.
¿Por qué no se deben escribir muchas subordinadas?
En el libro El derecho a entender, se indica que el Instituto de Ingeniería del Conocimiento, adscrito a la Universidad Autónoma de Madrid, investiga sobre la claridad en la comunicación escrita desde hace años. En un estudio lingüístico de 2018, dicho Instituto midió si el Ayuntamiento de Madrid estaba facilitando en sus documentos la comprensión de los receptores de la comunicación municipal.
Para ello, se analizó la claridad del lenguaje en sus textos, aplicando cinco variables:
- Uso de signos de puntuación.
- Palabras fuera del diccionario (tecnicismos).
- Frecuencia de uso de estructuras pasivas.
- Uso de conectores discursivos.
- Cantidad de oraciones subordinadas.
Es decir, para que un texto se pueda comprender con facilidad, se debe utilizar adecuadamente los signos de puntuación y los conectores discursivos. Asimismo, se debe evitar el uso excesivo de términos técnicos, oraciones en voz pasiva y subordinadas.
Por otro lado, en el Libro de estilo de la Justicia, elaborado por la RAE y el Consejo General del Poder Judicial de España, se señala que el uso de subordinadas llevado al exceso y a la acumulación puede convertirse en una trampa para la escritura. Esta afirmación se sustenta con los siguientes argumentos: las subordinadas favorecen el estilo pesado, son causa de constantes errores de construcción y, sobre todo, dificultan la lectura y la comprensión.
¿Cómo evitar el uso excesivo de oraciones subordinadas?
Cohen afirma que, bien utilizadas, las oraciones subordinadas pueden brindar más información pertinente de manera muy variada. Sin embargo, su uso excesivo puede llegar a enturbiar el sentido del texto, volviéndolo difícil de comprender.
Para graficar cómo evitar el uso excesivo de subordinadas, se presenta como ejemplo un párrafo unioracional. Este se compone de una sola oración muy extensa y suele condensar mucha información con varias subordinadas:
El presente informe recoge los resultados de la fase preliminar (véanse Anexos 1 y 2, los informes de CDS en inglés y la traducción al español) de la revisión, sin entrar en consideraciones numéricas ni de plazos de ejecución de recomendaciones que, entendemos, habrá que determinar con exactitud en posteriores intervenciones según la relación beneficio/coste prevista en su implementación.
(Tomado del libro ‘Afilar el lapicero’, de Cassany)
En este ejemplo, se ha utilizado una oración principal —su sujeto es «El presente informe» y su verbo, «recoge»— más dos subordinadas:
- La primera subordinada empieza con «sin entrar» y depende de la oración principal.
- La segunda comienza con «que, entendemos,» y depende de la primera subordinada.
Así se ha elaborado una oración compleja, con dos subordinadas que pueden funcionar como independientes, y muy extensa, con 59 palabras. Ello origina que sea difícil de comprender.
No obstante, en los manuales de redacción se recomienda incluir entre 20 y 30 palabras como máximo en una oración. Al respecto, en su libro La cocina de la escritura Cassany brinda el siguiente consejo para escribir oraciones eficientes:
¡Ten cuidado con las oraciones largas! Vigila las que tengan más de 30 palabras. Comprueba que se lean fácilmente.
Asimismo, en el manual Comunicación electrónica. Propuestas para mejorar la calidad de los textos en pantalla, del Instituto Vasco de Administración Pública, se aconseja lo siguiente:
Frente a la tendencia a escribir oraciones largas, la solución de emergencia pasa por reescribirlas con oraciones más cortas. Al dividir la información en unidades más pequeñas, la información compleja es expuesta de un modo más apropiado, más fácil de procesar.
Según todo lo expuesto, en el ejemplo anterior se debe dividir la información, reescribiendo el párrafo unioracional con oraciones independientes y más cortas, de menos de 30 palabras:
Este informe recoge los resultados de la fase preliminar de la revisión (véanse Anexos 1 y 2, los informes de CDS en inglés y su traducción). No entra en consideraciones numéricas ni de plazos de ejecución de recomendaciones. Entendemos que habrá que determinarlas con exactitud en intervenciones posteriores, según la relación prevista de beneficio/coste.
Segundo factor que complejiza las oraciones: la acumulación de incisos
¿Qué es y para qué sirve un inciso?
Según la RAE, un inciso es un elemento suplementario que aporta precisiones, ampliaciones o rectificaciones a lo dicho en la oración. Existen secuencias necesariamente incidentales, como las explicativas. Cohen puntualiza que la información que estas agregan puede ser de cualquier tipo; pero no debe resultar esencial para la comprensión cabal de la oración.
Asimismo, de acuerdo con el Manual de escritura, un inciso, dado su carácter explicativo, puede eliminarse sin que se produzca un cambio esencial en el significado del enunciado en el que se inserta. Al respecto, Cohen afirma que el inciso puede ser suprimido sin que se afecte el significado profundo o esencial de su respectiva oración.
Para explicar todo lo expuesto, en el Manual de escritura se plantea como ejemplo el artículo 163 de la Constitución española de 1978 (se han destacado con negrita los incisos):
Cuando un órgano judicial considere, en algún proceso, que una norma con rango de ley aplicable al caso, de cuya validez dependa el fallo, pueda ser contraria a la Constitución, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional en los supuestos, en la forma y con los efectos que establezca la ley, que en ningún caso serán suspensivos.
Al eliminarse los incisos, el resultado sigue siendo un párrafo correcto:
Cuando un órgano judicial considere (…) que una norma con rango de ley aplicable al caso (…) pueda ser contraria a la Constitución, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional en los supuestos, en la forma y con los efectos que establezca la ley (…).
¿Por qué no se deben escribir muchos incisos?
En su libro Afilar el lapicero, Guía de redacción para profesionales, Cassany explica que el inciso alarga la oración, incrementa su complejidad y exige más atención para el lector. Cuando hay varios incisos y cuando son largos, es común tener que releer varias veces el texto.
De otro lado, en el informe Estudio de campo: Lenguaje escrito, Montolío precisa que la oración se ve interrumpida cada vez que se introduce un inciso en ella. Si las interrupciones son demasiado numerosas, se impide una lectura cómoda y comprensiva del texto.
Para graficar cómo las oraciones largas dificultan la comprensión, Cassany plantea el siguiente ejemplo en su citada obra (se han destacado con negrita los incisos):
La memoria a corto plazo, también llamada memoria activa o primaría -y a veces memoria de trabajo, aunque esta última denominación reformula más recientemente el concepto previo, al incorporar la noción de manipulación activa de la información, por oposición al almacenamiento pasivo de datos-, es el tipo de memoria que guarda unos pocos datos durante algunos segundos.
El autor indica que la causa fundamental por la que las oraciones largas dificultan la comprensión es que los lectores tenemos poca memoria de trabajo: recordamos solo en torno a 15 palabras. Sin embargo, en este ejemplo, los incisos han desbordado dicha memoria.
Cassany afirma que suele ser más comprensible una serie de oraciones simples, relacionadas con punto —o punto y coma—, que una oración repleta de incisos:
La memoria a corto plazo es el tipo de memoria que guarda unos pocos datos durante algunos segundos. También se denomina memoria activa o primaria. Más recientemente, algunos autores prefieren referirse a la memoria de trabajo, para destacar la noción de manipulación activa de la información; esta noción se opondría a la de almacenamiento pasivo de datos.
¿Cómo evitar la acumulación de incisos?
En El libro del español correcto, se recomienda eliminar los incisos innecesarios. No obstante, si se deben conservar todos los datos allí contenidos, la solución es reordenar los elementos y aumentar el número de oraciones. Al respecto, Montolío también aconseja distribuir la información en varias oraciones independientes, en lugar de introducir incisos en una sola.
Para graficar cómo evitar la acumulación de incisos, se presenta el siguiente ejemplo (se han destacado con negrita los incisos):
La aparición de los archivos indexados (muchos de los cuales son automatizados), que se construyen a partir de las palabras que contiene el título del documento que se archiva, ha hecho que la redacción de títulos sea más importante. La efectividad de esta indexación —como también la probabilidad de que el lector recupere después la información— depende del cuidado con que se haya escogido el título.
(Tomado de Afilar el lapicero)
En este ejemplo, se han acumulado incisos en las dos oraciones. Según lo expuesto, se debe reordenar los elementos de ambos enunciados, para distribuir la información en más oraciones independientes. Así los dos primeros incisos pueden cambiar de lugar, conformando una nueva oración independiente; y el tercero se puede integrar al sujeto de su respectiva oración:
La aparición de los archivos indexados ha hecho que la redacción del título de los documentos sea más importante. Estos archivos, a menudo automatizados, se construyen a partir de las palabras que contiene el título del documento que se archiva. La efectividad de esta indexación y la probabilidad de que el lector recupere después la información dependen del cuidado con que se haya escogido el título.
Cabe acotar que existen otros aspectos de los incisos que se deben considerar al redactar, aparte de su cantidad: su puntuación, ubicación y extensión, Si desean conocer recomendaciones sobre cómo puntuar correctamente los incisos, colocarlos adecuadamente y reducir su extensión, pueden consultar Consejos para escribir oraciones de manera eficiente.
Queda pendiente explicar más consejos para escribir oraciones que se comprendan mejor. Por ello, me comprometo a seguir escribiendo sobre ello en la segunda parte de este artículo. Me despido hasta una próxima oportunidad.