Este proyecto es un experimento: un intento modesto, quizás incluso audaz, de abrir una ventana a un proceso, de considerar una práctica artística desde el marco del cubo blanco.
Mariane Ibrahim ha invitado a ruby onyinyechi amanze a involucrarse con México y con la galería, de una manera que se siente ilimitada, provisional y porosa, temporalmente desvinculada de nuestras preocupaciones diarias. Sin embargo, esas preocupaciones permanecen constantes: implacables, proteicas. Colisionan con las suyas, plegándose y desplegándose como una hoja de papel—frágil y maleable, una superficie a la vez vulnerable y luminosa.
Lo que emerge no es una exhibición de obras, sino un vistazo al mundo de la artista: a los ritmos de su creación, sus experimentos, su coreografía de imágenes, de cuerpos y de materiales.
Los resultados toman la forma de una Alberca, una Revista y una Danza.
Esta no es simplemente fruto de la relación entre curadores y artistas, sino el de humanos en colaboración—estas son las reflexiones de ruby onyinyechi amanze en la Ciudad de México.