Los seres humanos somos naturaleza, formamos parte de ella. Estamos verdaderamente completos cuando estamos en contacto con la madre Tierra. Ella nos cura de todos los males. Las piedras son el ADN de la Tierra, se formaron cuando esta se creó y nos aportan muchos beneficios si sabemos cómo utilizarlas.

Todos nos sentimos atraídos por las piedras. A lo largo de los años se han utilizado para diferentes fines, por ejemplo, como ornamentación. Ciertas piedras preciosas, como el diamante, u otras como el ámbar, el jade, el rubí, la esmeralda, el zafiro, la amatista, etcétera, maravillan por su belleza. Aunque son valoradas más allá del puro uso decorativo, ya que tienen un gran poder. Cuanto más sabemos de ellas, más podemos intensificar este poder, los beneficios y dones que estas nos ofrecen, ya que tienen vibraciones extremadamente altas.

Si los utilizamos de la manera adecuada, los cristales pueden cambiar nuestra vida; como potenciar nuestra intuición, incrementar nuestras habilidades mentales, protegernos, aumentar la confianza en nosotros mismos y en los demás, fomentar la abundancia, la sanación, incrementar la creatividad, reducir el estrés, o incluso atraer el amor y las energías positivas… Y muchas otras utilidades. Cada piedra es conveniente para una cosa y desarrolla un área determinada.

Primero de todo es importante saber que, a la hora de adquirir una piedra, tenemos que sentirnos atraídos por ellas. Es como si la propia piedra nos llamase. Debemos saber escuchar. Es importante coger la piedra con las manos y si te entran unas cosquillas por las palmas, es que esa gema, definitivamente es para ti.

Una vez hemos escogido una piedra y nos la llevamos a casa, es muy importante hacer una buena limpieza, ya que las piedras absorben todas las energías de todo aquello con lo que han estado en contacto.

¿Cómo limpiaremos nuestras piedras y cristales? Es imprescindible un pequeño ritual para dar la bienvenida a esa piedra antes de proceder a la limpieza. Hay varias maneras de hacerlo. La más potente es dejar la piedra a la luz de la luna llena durante toda la noche, aunque también es eficaz si la dejamos a la luz de la luna (cualquiera de ellas) o del sol para cargarlas. Otra posibilidad es si la lavamos con agua y sal, pero no a todas las piedras les va bien, por ejemplo: la Malaquita, la Selenita, la Rosa del Desierto, la Turmalina, la piedra de sal del Himalaya, etcétera.

También, las podemos limpiar con incienso, el más potente limpiador es el palo de santo. Bastará con pasar el palo de santo alrededor de la piedra y estará lista para usar.

Finalmente, podemos optar por gemas que son limpiadoras como la cornalina que limpia los otros minerales.

Una vez hemos realizado este protocolo de limpieza del mineral y le hemos dado la bienvenida, estamos preparados para usarlas y conseguir aquello que esperamos.

A continuación, describo la utilidad de 5 piedras que son fáciles de encontrar en tiendas especializadas en minerales:

  • Shungit: es una piedra bastante única, dicen que procede de un meteorito que se estrelló en Karelia, Rusia. Es de color negro. Una de las características de este mineral es la de neutralizar la información negativa de las ondas electromagnéticas de los aparatos electrónicos. Con lo cual es muy recomendable poner una piedra shungit donde tengamos nuestro ordenador. Es importante saber que es una de las únicas piedras que no necesitan un ritual de limpieza, ya que ella misma se auto limpia. Es una piedra que nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos, si en un momento de nuestra vida nos sentimos perdidos.

  • Obsidiana negra: hay varios tipos de obsidiana, se pueden encontrar por todo el mundo, pero el sitio más común es México. Es una piedra con un gran poder, nos impulsa a crecer y mientras lo hacemos nos apoya, haciéndonos de escudo contra la negatividad. Ayuda sobre todo a las personas muy sensibles. También si ponemos una obsidiana junto a la cama o bajo la almohada puede expulsar el estrés mental y las tensiones, con lo cual tiene un gran efecto calmante. Otras propiedades son, por ejemplo, dar vitalidad al propósito de vida, ya que nos da claridad mental y nos abre a nuevos horizontes. Te ayuda a saber realmente quién eres, te enseña tus sombras y te muestra cómo integrarlas. La obsidiana, también nos permite ver cuál es el origen de una enfermedad y desintoxica nuestro organismo.

  • Cuarzo rosa: el cuarzo rosa es una piedra muy común y la más conocida de todas, aunque hay numerables tipos de cuarzo y todos tienen aspectos y colores distintos. El cuarzo rosa es la piedra del amor incondicional y la paz infinita, así que ya sabemos para qué utilizarlo. Purifica y abre el corazón a todos los niveles. Aparte, da calma, seguridad y es excelente para usarlo en épocas de crisis o traumas.

  • Amatista: es una piedra de un color púrpura a lavanda, aunque también hay otros tipos. Es extraordinariamente poderosa y protectora. Tiene una elevada vibración que puede transmutar cualquier energía en amor. Sirve para relajar la mente e induce al sueño. Es muy propicia para utilizar en casos de insomnio, colocándola bajo nuestra almohada. Facilita la toma de decisiones, aportando sentido común y es una piedra que nos centra y nos hace escoger el camino más adecuado para nosotros. Potencia la memoria y abre nuestra intuición. A nivel curativo, mejora el sistema hormonal y endocrino y es un excelente limpiador de la sangre.

  • Ojo de tigre: es una piedra que tradicionalmente se ha usado como talismán contra las maldiciones y los males de ojo. Se usa para conseguir nuestros objetivos. Es útil para tratar enfermedades mentales, desórdenes de personalidad, y problemas de autoestima. Aumenta nuestra creatividad.