En las últimas semanas estamos asistiendo a una preocupante situación de COVID-19 en la India. Pero, ¿qué sabemos de esta variante, acusada por algunos de haber provocado una explosión de contaminaciones en la India y llevado al país al borde del abismo?

Detectada en al menos 17 países del mundo, la variante india siembra miedo en el planeta, pues este país ha experimentado un deterioro muy agudo de su situación sanitaria en las últimas semanas, que muchos atribuyen a la aparición del «doble mutante» en su territorio. Sin embargo, no podemos decir por el momento que sea el único responsable de la explosión de casos en el país, según explican los especialistas.

Si bien actualmente hay muy pocos datos disponibles sobre las características de la variante india, se detectó por primera vez el 5 de octubre de 2020 cerca de Nagpur en el centro de la India.

Debemos destacar, que las mutaciones en un virus son un fenómeno normal durante una epidemia. Estas ocurren cuando tenemos una alta tasa de transmisión, y el virus, pasando de persona a persona, crea mutaciones aleatorias en su código genético.

Todos los virus, incluido el SARS-CoV2 cambian con el tiempo, y esto conduce a la aparición de nuevas variantes, la mayoría de las cuales no tienen impacto en términos de salud pública, como enfatiza la OMS. Todo depende de las mutaciones que contengan.

Algunas variantes, si se vuelven más contagiosas, pueden prevalecer, como es el caso de las inglesa, sudafricana y brasileña.

Designada por expertos con el nombre de su línea B.1.617, la variante india resulta de quince mutaciones específicas, según Anurag Agrawal, director del Instituto de Genómica y Biología Integrativa de Nueva Delhi. Los temores vinculados a este «doble mutante» provienen de que contiene dos mutaciones ya conocidas, pero no asociadas hasta ahora, llamadas L452R y E484Q, según el Consejo Científico francés en una nota publicada el lunes 26 de abril. La combinación de estas dos mutaciones le ha valido a la variante el inapropiado calificativo de «doble mutante» en los medios de comunicación.

Este fenómeno parece ser particularmente de importancia, porque pueden escapar de los anticuerpos. El primero, L452R, ya se había detectado en California. En cuanto al segundo, E484Q, se asemeja a la mutación E484K, presente en las variantes sudafricana y brasileña. Se sospecha que este último debilita la inmunidad adquirida por los pacientes por infección o por vacunas. O un efecto de «escape inmunológico» (postinfección y posvacunación), del que Public Health France se preocupa en su informe sobre las últimas variantes publicado el 8 de abril, aunque esto aún no se ha demostrado formalmente.

Cuando una epidemia se sale de control y aparecen nuevas variantes, estas pueden volverse resistentes a los anticuerpos creados por la vacunación. Un estudio preliminar sobre la variante india, hecho público el 23 de abril, va en esta dirección en lo que se refiere a la vacuna Covaxin. Desarrollada por el laboratorio indio Bharat Biotech, sería menos efectiva contra la variante local que contra el virus histórico, en términos de producción de anticuerpos, pero aún ofrecería protección.

Queda por aclarar otra pregunta: incluso si ciertas variantes hacen que las vacunas sean menos efectivas, esto no significa que la vacunación ya no sea efectiva en absoluto. Según un estudio publicado el 30 de marzo por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), la otra defensa del cuerpo («inmunidad celular») lograría ofrecer protección contra las variantes inglesa, sudafricana y brasileña.

En cuanto a su contagiosidad, los datos disponibles no pueden decir con certeza si la variante india es más contagiosa. Para algunos científicos es más transmisible, como la variante inglesa, y menos sensible a las vacunas. Pero no hay un acuerdo aún sobre esta cuestión. Las primeras observaciones muestran que tiene una tasa de crecimiento más alta que las otras variantes que circulan en la India, lo que sugiere una gran transmisibilidad, explica la OMS en un punto fechado el martes 27 de abril. El Consejo Científico Francés opina que la combinación de dos mutaciones ya conocidas, pero no asociadas hasta ahora, podría conferir a la variante del virus un aumento de la transmisión, pero esto está por ser probado epidemiológicamente.

Los funcionarios justifican el deterioro de la situación en la India por la aparición de la variante. El país declaró la mañana del sábado 1 de mayo un nuevo récord mundial de 401,993 nuevas contaminaciones y más de 3,500 muertes en las últimas 24 horas, mientras circulaban por el mundo imágenes de crematorios repletos de cadáveres.

Pero se pueden tener en cuenta otros parámetros en el empeoramiento de la situación del país. Según una opinión de la OMS, podría explicarse en parte por las grandes reagrupaciones de población durante las fiestas culturales y religiosas o las elecciones, con una falta de cumplimiento a los gestos de barrera.

Actualmente no hay evidencia de que la variante india sea más peligrosa que otras cepas del virus, o que pueda conducir a formas más graves de la enfermedad en los pacientes.

Ante la falta de datos, esta variante fue colocada este mes por la OMS solo en la lista de variantes de interés, es decir, aquellas cuyas características genéticas potencialmente problemáticas justifican su seguimiento. Las otras tres variantes más conocidas (inglés, sudafricana y brasileña) son las únicas en la categoría anterior: «variantes de preocupación».